Carta a Mateo

CARTA A MATEO

No es fácil caminar por esta selva
poblada por manglares y paúles,
¡pero, Mateo!, avanza, ¡y no recules!,
y entrégate a la luz para que vuelva.

¡Ay, la vida!, no esperes que te absuelva:
es la corteza de los abedules...
Que sea tuyo el barco que tripules
y que el negro en tus blancos se resuelva.

Cuando te sientas solo y vagabundo
dibújate una brújula en la palma
de tu mano y arriba a lo fecundo.

Hijo..., en tu río encontrarás la calma,
¡ámate como a nadie en este mundo!,
y al prójimo... lo mismo que a tu alma.

Kalkbadan
En Madrid, a 22 de septiembre de 2018

 

Soberbio este soneto dedicado, Andreas. Me ha gustado muchísimo, especialmente los tercetos que parecen haberte cogido en estado pleno de gracia.

¡Bravo, poeta!

Un abrazo.

 

¡Hola, Juan! Hacía tiempo que no publicaba; me alegro de que te gustara el poema. Es difícil soportar la tristeza de un hijo, aun cuando uno sabe que es necesaria para poder encajar y resolver el luto negro de la corteza de los abedules. Qué importante -y qué complicado- resulta el no apostar por ubicar nuestro centro de gravedad fuera de nuestro ser. Ese "qué dirán" y "lo que piensen de nosotros" es una batalla perdida... Quizá lo único bueno del paso de los años es que uno suele empezar a quererse un poquito más. Todo un proceso. No es fácil ser niño.
¡Compañero!, ¡gracias por pasar!
¡Abrazo!

 

Muy bello y bien trabajado soneto. Me ha encantado.

Saludos

Mouse

 

Grandes consejos le dejas a Mateo en este soneto tan formal como profundo.

No sé lo que son los paúles y google no sé si me da una respuesta correcta, así que pregunto ariesgo de quedar como ignorante.

Un abrazo, Andreas, un gusto leer tu poesía.

 

¡Muchas gracias, Mouse, por tu paso y comentario!
Un saludo y nos vemos por aquí.

 

¡Hola, Sergio! Pues es una palabra a la que guardo cariño y voy metiendo aquí y allá en mis versos cuando se me viene el concepto de gelatina, brea, viscosidad, vapor. La definición en la RAE es algo así como «sitio pantanoso cubierto de hierbas».
Un abrazo, y el gusto es mío por tu huella.

 

Cierto, querido Luis..., pero cómo se vacía uno cuando percibe la tristeza en la mirada de su hijo; tristeza, por otro lado, inevitable y necesaria para poder sobrellevar y superar las traviesas del camino y disfrutar con plenitud cuando la vida nos llega plena de luz.
Gracias por pasar, compa.
Un abrazo.

 

Sensacional soneto. Un precioso mensaje en un celofán delicadísimo. Un placer haber tenido la oportunidad de su lectura.
Con un saludo afectuoso.
Salvador.

 

Bien, poeta, bien.
Abrazos

 

¡Hola, Salva! Me alegra enormemente tu visita y que fueran de tu gusto estos versos dedicados a mi niño.
Un saludo igualmente afectuoso, compañero.

 

¡Luis! Muchas gracias por tu paso. Un gusto.
Feliz otoño, compañero.

 

¡Otra pieza de ingenieria! Que belleza de mensaje, de forma y de estilo; Mateo tendrá un día un tesoro, tu legado escrito, del que podrá sacar la esencia de quién fue su padre y aprender muchísimo de sus palabras; me ha parecido genial! Un abrazo.

 

Gracias por la ternura de tu comentario, compañero.
Un placer que te gustará este ramillete de versos.
¡Un abrazo!

 

Encantador soneto que intuyo es dedicado un hijo.

De Antología.

Un abrazo,

Gladiadora_________________

 

Muy agradecido, Gladiadora, por tu lectura y comentario.
Sí, dedicado a mi niño. Como bien decía Luis no se les puede proteger eternamente, pero a veces cuando le contemplo desnudo ante el mundo me pregunto de qué me suena... Hay que encontrar las herramientas para resolver nuestros pasos, nos va la vida en ello. ¡Un abrazo!

 

Un poema muy conmovedor Andreas, tienes tacto para estremecer co pocas palabras, grato leerte