Tras la lluvia

La lluvia cesó por fin;
ya salen los caracoles
a encaramarse a las coles
que cultivo en mi jardín.
También lo hizo mi mastín,
se sentía prisionero
porque bajo el aguacero,
no quería que saliese
para evitar que cogiese
un resfrío traicionero.

Ha llovido con tal gana
que todo quedó anegado,
el patio está empantanado
y yo, que soy holgazana,
tengo una inmensa desgana
de ponerme a la faena…
¡pero está todo de pena!
No me queda más remedio,
¡ay, qué aburrido, qué tedio!
¡Limpiar es una condena!

​

 

Espléndidas Décimas, donde te luces con ese desenfado juvenil que te caracteriza. Sin duda, eres una POETA BRILLANTE, no hay estilo que se te resista.

Un abrazo,

Gladiadora______________

 

Si, muy agradecida, pero la verdad es que no tengo perdón de San Poema Lírico, patrón de los petas serios. Menudas banalidades escribo y me quedo tan pancha, y encima, las publico. He perdido el sentido del ridículo. . Lo único bueno es que soy consciente de ello.

Gracias por tu incondicional e inmerecido apoyo.
Besitos.

 

Me ha encantado tu manera de versar desde lo cotidiano, desenfadada pero no por eso menos seria, porque con tu buen escribir nos dejas décimas, serias, muy serias y logradísimas.
Ah, y lo de los caracoles me gusta muchísimo y me evoca aún más...ya tú sabes del clima este mío
Un abrazo con mi cariño,
Eva

 

Favor que usted me hace.
Agradecida por tal comentario.
Un saludo cordial.

 

Aquí, si llueve tres días seguidos, me agarro una depre de caballo, necesito el sol para sobrevivir, si me fuera a Londres me marchitaba en dos días.
Gracias por la visita, Eva.
Saludos cordiales.

 

Muy buenas décimas, que me ha gustado leer. Un gusto pasar por tus letras, un saludo y mis aplausos!!
Azalea.

 

Tras la lluvia de vuelta a los campos, con las naranjas mojadas y los caminos embarrados. El patio se limpió solo, a los gatos los hemos desahuciado de la cocina... que salgan a pasear y dejen de chamar estufa.
Vaya días de enclaustramiento.
Qué bien te sientan las décimas, con ese humor tan de ir por casa.
Un abrazote antes de ir a quitarme el barro de la oreja y despejar la cocina para una más que posible la cena esta noche.

 

Y tanto. Yo lo hago una vez por mes.
Bonitas espinelas.
Saludos

 

Muy amable tu comentario, Azalea. Te lo agradezco y te envío mi cordial saludo.

 

Oye, ¿es que tienes un patio autolimpiante, como los hornos? Qué suerte la tuya.
Gracias por ser tan simpático y tan amable.
Otro abrazote pa' ti.

 

Supongo que te refieres a limpiar, no a subirte a las coles...
Muchas gracias por pasar a dejar tu comentario.
Saludos cordiales.

 

Sí que queda todo hecho una pena con los temporales de lluvias, Eratalia; creo que tienes experiencias recientes de ello; yo también he pasado por eso y he tenido que estar limpiando barro a base de bien.

Has hecho un relato la mar de simpático de esos aciagos días que dejan todo perdido; por seguir con el tono humorístico de tus décimas, te diré que me resulta confusa esta parte:

ya salen los caracoles
a encaramarse a las coles
que cultivo en mi jardín.
También lo hizo mi mastín...
​

porque me pregunto, (torpón que es uno), si tu matín también se encaramó a las coles, porque entonces te las hizo polvo ¿no?

Perdóname la broma humorística, (redundante que es uno).

Un saludo agradecido por estos momentos de sonrisas sin lágrimas.

​

 

Bueno, lo que hizo mi mastín fue salir al jardín... En el origen el verso decía:
También salió mi mastín,
que se sentía prisionero
pero por no repetir el verbo salir y por que el segundo verso pasaba de las ocho sílabas, tuve que borrar el "que", así quedó la cosa.

En fin, qué haremos...
Además como son unas coles hipotéticas, me da igual si el mastín me las despanchurra, que encima no es mastín, que es un humilde mestizo, pero que no necesita pedigrí para tenerme ganado el corazón. Es un amorcete.
Gracias por tu simpático comentario.
Saludos cordiales...

 

Felicidades por tan bueno y húmedo poema. Da gusto ver como te centras en los temas y no sales por los cerros de Úbeda, como un servidor. Admiro tu concreción.

 

Irse por los cerros de vez en cuando tampoco está mal.
Pero sin perder el norte.
Gracias por venir a dejar tu comentario.
Saludos cordiales.