Escribiendo, siempre escribiendo a Jamil.

Escribiendo a Jamil.
Apartado A.

Me detengo a pensar constantemente acerca del vivir y redescubro a cada momento cuan se entrelazan la razón con el desatino en todo esto que llamamos amar. Me gusta modelarte y describirte con palabras, detallarte con cada pincelada de mi pluma. No eres mi musa por que las musas solo otorgan inspiración , son emblema, símbolo del amor. Tú eres algo más allá del amor, tú eres universo, naturaleza, energía, eres algo que escapa de todo sentimiento humano, que es maravilloso y que sublima lo burdo del corazón. Me encanta escribir de ti, por que de las maravillas que existen eres la única que medianamente, o por decir mejor, ínfimamente conozco.
A veces siento miedo de estar, por que me doy cuenta que eres tan milagrosamente real que yo no dejo de ser más que una sombra de la luz que escapa de sí misma y que no hace más que observarte, así como los hombres observan a las galaxias y caen en cuenta que ellos no existen, que no son en realidad.
En verdad eres tan manifiesta que escapas de toda fantasía, eres lo más presente que conozco del tiempo así que tú siempre serás.


Jamil y el síndrome de mí ausencia.

A veces es difícil observarme, solo una silueta mal dibujada en esto que llamamos realidad. No es apatía, no la entiendo. Tampoco el hecho de no ser ni la locura de toda esta exageración con la que me invento a cada instante. No creo en las falacias existenciales ni en las mentiras de juguete con las que nos queremos mitificar y justificar, ni me considero lo suficientemente humano para ser espiritual ni viceversa. Para mi no hay corduras ni lógicas ni sentido común. Solo sentimientos que nos llevan a ciertas inclinaciones, no puedo poner pretextos para no saber lo que sé que no soy. Tampoco sueño ni idealizo, no imagino ni creo realidades alternas a la percepción física. No puedo estar ni existir, solo “ser”. Y en toda esta capacidad inmemorable de “ser” lo veo todo, y te encuentro tan distante a lo que soy que casi somos lo mismo. Pero ambiguamente todo esto es tan real que pareciera un ensueño poético de un idilio cuando solo es un “es”, sin sueños ni aberraciones, solo un “es” un “si” un aceptar, una silueta y sombra de lo que es humano. Entonces caigo en cuenta que no existo y solo sonrío.



Escribiendo a Jamil.
Apartado B.

Algunas veces es más fácil martirizarse que tener fe, confianza, que tener memoria de todo este infinito que tan ínfimo volvemos solo por locura. Todo este caos azaroso cual tormenta que llamamos sentimientos nos retratan cada instante, mostrándonos sombras tan nítidas que parecen reales, a pesar de los pesares y melancólicas ironías. Así, llorando eternamente mi ausencia, me proyecto en un cuerpo tan incierto que me imagino libre y veo el tiempo desvanecerse cual humo en conjunto con toda la ira y coraje de este esqueleto absurdo de maldad. Sin embargo nada de esta proyección es deseo, los deseos no son solamente sueños, son tristeza de lo que no se posee, son vanidades y recreación de esta película de sentidos metafóricos que nos roban el alma cada día, que me roban tú esencia que atesoro con toda la fuerza de mi ser. Pero toda esta gloria que va sucediéndose a cada momento, en sentido paradójico, de miseria y riqueza, de alegría y pesimismo, de protagonismo y expectación, se nos refleja en cada mirada sin más que lo que conocemos, lo que somos.

 

He aquí restos de mi alma. Se los regalo a todos con el único fin de Amarlos. Gracias

 

amigo eduardo tienes razon.

aveces la persona que amas es mas que musa.

me gusto la forma que tienes de plasmar tu sentir.

gusto en leerte por primera vez.

cuidate.

te dejo mis eztrellas.

 

Gacias por tus palabras WarDoO, creo que siempre tnemos que esperar encontrar algo más que musas en esta vida. Sin más por el momento

Tú amigo Eduardo Bretón Peralta.

Nota: No es la primera vez que lees lo que escribo.