Soneto a quien amé y amo primero

Fue tanto lo que amé que tal destreza
Se vuelve cada vez más amorosa,
Perfecta, reluciente, poderosa...
Y santa me corona la cabeza.

Fue tanto lo que amé que tal grandeza
-Perdida la razón-, se hizo grandiosa,
Perenne, terrenal, divina, hermosa...
Y fuerte me convierte en fortaleza.

Amar como yo amé me ha convertido
En preso liberado por la aurora
Y en el amanecer de los sentidos.

Fue tanto lo que amé que hoy mi señora
Es el amar que amando he conseguido
Para que el alma brille redentora.

 

Una maravilla de soneto. Gracias por compartirlo. Estrellas

 

Muchas gracias Luís. Por venir el halago de quien viene es doblemente bien recibido. Gracias poeta¡¡¡

 

Gracias Maramin por tu benevolente opinión sobre mi soneto, pero muchísimas gracias por tu consejo. Lo seguiré. Un saludo afectuoso.

 

Precioso soneto Maktú.
Celabro haberlo encontrado.
Jazmín

 

Muchísimas gracias, Jazmín por traerlo de vuelta y por tu comentario.
Saludos.
Esteban.

 

Me alegra que Jazmin haya rescatado este soneto, pues, así, he tenido la ocasión de leerlo. Los cuartetos son de antología, y los tercetos hilan muy bien con lo anterior dejando un cierre magnífico en el segundo. Se muestra en ese soneto, utilizando palabras del mismo, tu destreza al componer, y tu grandeza al inspirarte. Mis aplausos y admiración.
Un fuerte abrazo, querido amigo.

 

Un soneto en el que no me resulta claro si se trata de un amor terrenal elevado a lo místico, o del amor místico que absorbe al terrenal.

Veo un error en la consonante entre los versos 11, 9, y 13.

abrazo
j.

 

Tienes razón, musador, le sobra una s al verso 11.
Pero convendrás en que eso no desmerece su belleza, si acaso la hace más exclusiva, ¿no te parece?.
No obstante está bien señalarlo. Comprendo que te guía la claridad que pretendes para que nadie desinformado sea inducido a error.
Un abrazo.
Jazmín

 

No, no me parece. Esteban suele ser muy riguroso en cuestiones de forma, y no creo que ese desliz tenga intencionalidad estética. Ya nos lo dirá él, quizás.

abrazo
j.

 

Comprendo tu punto de vista, además tú conoces a Esteban y yo no.
Me paseé por rincones recónditos de este "jardín", encontré esta "flor"
y la elegí por su belleza, no la miré con ojos de botánico, eso es todo. Por supuesto que aprecio y valoro el conocimiento, la pureza, la perfección, pero a veces no es todo eso lo que nos pide el cuerpo.
Al menos coincidirás conmigo en que es difícil comentar por este medio tan poco humano.
Un abrazo y una sonrisa.
Jazmín