Piercing

Prefiero “dos miedos” a estar dormido,
y un “No” a cien “quizás”.
“Tal vez”, que marche, lejos,
que yo atrás no miraré.
Porque sólo el destello de “ahora”
tiene vigencia en la llama.
La demora indefinida del porvenir
se ahoga en la inmensa incertidumbre,
y el pasado es el cementerio de la memoria,
azafranado por el prisma de una foto sepia,
según nos convenga recordarnos.

Dentro de un instante...
¿Quién diablos sabe en lo que voy a creer?
Sólo la duda extiende sus tentáculos
en la neblina que entreteje el futuro.
No soy predecible,
algo así como un ágil desconocido,
bailando, según improvisan los acontecimientos.
Un extranjero merodeando en las sorpresas inminentes.

Nuestro centro, un ombligo, (fue fuente y cuna)
ahora es un hoyuelo, una ausencia,
un vacío insolente que algunos adolescentes
osan ornamentar con un piercing.

 

Y yo que quería ponerme uno. Lástima. Ya me desanimaste… Van mis estrellas por esta obra.

 

jejeje, :::banana:::

Ese vacío hay que llenarlo,
bien que lo hagas con un piercing,
yo lo hago desde dentro
creciendo tallas con el paso del tiempo.

Un abrazo, amigo.

 

Yo creo que lo que va agrandando en talla es tu poesía.

Un besote

 

Y yo que es nuestro vínculo el que va creciendo.
Un abrazo, cariño,
fotógrafa y poeta de mi Sur.

 

Un extranjero merodeando en las sorpresas inminentes.


Este verso debería considerarse FRASE CÉLEBRE.

Que chulería de poema. La ventisca de un carpe diem ombligonado.

Besotes.

 

Gracias, preciosa,
disfruto de tu rescate,
siempre es un placer recibirte,
y un honor tu comentario.

Besos mediterráneos.