Mi angelita inquieta

Atrás quedó la niña inocente,

mi pequeña angelita inquieta, mi sangre sagrada,

mi fortaleza, la dueña de todo mi cariño,

mi compañera de graciosas travesuras

y grandes aventuras,

aquella que me cubría de besos,

la que me apretaba fuerte cuando sentía miedo,

la fascinadora de todos mis momentos

mi cielo de estrellado, mi gran firmamento.


Extrañare a mi angelita inquieta,

y antes de que se vaya, le daré el último beso,

para que guarde como herencia

junto a todos sus recuerdos.

Fuiste por mucho tiempo el ángel guardián

en la vida de tu viejo,

ya se ha convertido en mujer, y yo no quise verlo,

ese lugar vacio, que dejo aquí en la casa

nadie lo llenará eso se los prometo,

sus huellas quedaran en el corazón de este viejo.



Con todo mi amor para mi hija Paula

 

Comparto cada palabra y ese mágico transitar de quien tiene nuestro latido, verlas crecer , acompañarlas eso es genial, todo ese cúmulo de emociones de las que son capaces hacer germinar en nosotros sus compañeros, sus vigilantes sus amigos y también su primer príncipe y súper héroe, es difícil desprenderse de todo ello y mirarlas crecer. Deberemos de encontrar una nueva mirada y nuevos mejores momentos para compartir con ellas.
Bello poema.
Saludos

 

Un singular derrovhe de emociones pro la que llena de amor tus días.., excelente