Las letras deformes.

Aquella tarde, recorté mi cabello con vidrio,
desconjuré el maquillaje, y quise reeditar el octubre, no.
He perpetrado lo suficiente,
sucumbido en la fibra de los muertos de hambre
que no aprenden a cocinar, de los hoyos verdes
y los arco iris de humo.
¿Cómo le va a tu mente hoy en día?
Hablaste de degustar fetos
decapitar luchadores, mear la tumba de los justos.
De vez en cuando vas a ser la nube en mi regazo,
demorando tranquilo entre las marchas de la plebe sin ojos
pidiendo nunca más ver.
¿Cómo le va a tu mente hoy en día?
El anclaje de las letras deformes, tus 112 debilidades,
fumigar el demonio del asesino
Cuenta tus compromisos dulces,
como la lluvia para regarte.
¿Cómo le va a tu mente?
Cantabas sobre desguesar porqués
¿Ya somos todos ni uno?
¿La mañana uniforme?
Esta vez, no duele tanto nacer,
la vida no me sonríe, y yo no le lloro,
¿Cómo le va a tu mente?
¿Ya podemos comer en nuestro reflejo?
Duele tanto el espacio que doblas
cuando dices que nos amas,
y no nos puedes amar.


Mi vida,
Mi amor
Mi libertad.​

 

No tan grande como este desperdicio.

 

Enigmática introspección Valerie. La mente vuela atrás imaginando, recordando..., sufriendo, añorando...

smuaks a esa libertad.