Bella flor

• Bella Flor​
  Por Genevieve
  
  Mi vida era como una flor marchita,
  en donde sus pétalos no tenían gracia, ni color, llegaste tú y le distes vida,
  nutriéndola con mucho amor.
  
  Los pétalos de esa flor se abrieron,
  Llegando a ser la más bonita del jardín,
  En donde el colibrí y las abejas agradecieron, cuando bebían su miel ya por fin.
  
  Los rayos del sol la embellecían,
  Mientras el agua nutria sus raíces,
  Todas las mañanas ella resplandecía,
  Para que así tú la memorices.
  
  Nunca el jardinero vio flor más bonita,
  De entre todos los jardines que el cuidaba,
  Pues la regaba temprano en la mañanita,
  A así con sus ojos la contemplaba.
  
  Muchos quisieron saber su secreto,
  de cómo era ella la flor más bonita,
  ella no tenía nada de imperfecto
  porque entre todas era la más bendita.
  
  El amor había llegado a ella,
  con un toquecito de esperanza,
  siempre tan bella como una doncella,
  se le recordaba con mucha añoranza.

 

Bella y exquisita sensibilidad en un poema realmente profundo; porque nos habla de una gran verdad,
no todos podemos ver la verdadera belleza que rodea nuestro competitivo entorno.
Bienvenida, Genevieve Heck, a este centro de grata poesía.
Solo te deseamos lo mejor de lo mejor.
Cordialmente:

 

Gracias por sus palabras