Soliloquio romántico

De dónde arrancaré las malas sombras cuando caigan las copas de los árboles?
Sabes acaso el gen que codifico
para desbloquear el olvido?
Este paisaje mudo, es un galimatías
donde el eco de los viandantes vibra
menos que el aire, más que mis latidos.
Es el único encuentro que he tenido contigo.
Quién despedazará el rompecabezas,
el mosaico que adjunta tu fantasma,
el marco amarillento de la noche?
Adónde llegarán mis manos desmedidas
por el tiempo, el delirio y la codicia?
Dime tú de qué sirve un corazón
que se asea en el plato de mi ducha?
Ah, qué podría hacer por el edén,
si las almas jamás han caído a los pies?
Di, tanta sensibilidad, tan pronto
como tarde, como nunca?

 

Las malas sombras no paran de crecer por más que intentemos arrancarlas. La única forma de enfrentarse a ellas es con una luz que no presente grietas ni resquicios. Grandísimo poema, me ha gustado mucho leerte. Mis saludos más cordiales.

 

Bello poema de excelentes reflexiones, amigo Ricardo. Me ha encantado esta lectura, enhorabuena,. Saludos.