El cerezo

La tierra oculta receptiva y culta
manantial de agua y fuego
sepulta y protege el grano fértil
De ella depende las raíces que extiende
hasta sus limites terrestres

Dentro y fuera
Arriba y abajo
La roca levanta su meta
El mar esconde su mundo
El árbol muestra su fruto
El cielo sin la tierra
y viceversa nada representarían
El rey sol perdería su reino
y la luna le abandonaría sin remedio

Conectados todo con todo
En tres generaciones de parientes, amigos, maestros, conocidos...
Multiplicando los entrelazamientos
Unos con los otros
Las religiones, países e idiomas se hermanan como embriones

Un cerezo erguido y solemne
Sabe más que yo
de lo que hablo
Sus raíces dentro son sus ramas fuera
Sus cerezas emparejadas
Unas amargas y otras tiernas
Hueso y carne
No hay dos iguales
Sometidas a los ciclos naturales

La zona oculta en el hombre
es la noche larga que atravesamos
de la que depende el alma
Las raíces que alimentan y hablan
cada noche nos recorre su savia

Las mismas leyes nos amparan y aguardan
Colgados y unidos como una lampara
Seguimos el tambor como la tierra al sol

Gira la vía láctea como una flor
en una mágica noria
dentro de un parque de atracciones
en un inmenso jardín coloreado
para que su belleza destaque necesita su fondo

El todo ese dentro y fuera
halaga la pequeñez que refleja
mi punta del iceberg
Si la cereza como un siervo le sirve
yo también me pongo a su merced

11/04//2021
©Dikia

 

Hermoso el poema que ha brotado de tu inspiración
Un gusto Dikia, pasearme por tu sentir poético.
Saludos

 

Dejando huella de mi llegada,
que siga la mata dando.





Pepe*​