Cuesta

Cuesta desprenderse de ciertos hábitos:
nadar en el aire,
sumergirse entre nubes,
sentir que los pulmones
son branquias de pez en un agua inexistente.

Cuesta no oír el viento de las palabras
cuando aletean como pájaros, y llega a ti su latido.

Cuesta pronunciar un nombre si no existe un cuerpo detrás,
cuesta ver la luna morir en brazos del sol
si te sientes noche.

Cuesta hablar si las sílabas son pasado
y en el hoy no hay adjetivos de color.

Cuesta mirarte si lo que yo veo son historias que imaginan mis ojos,
antes de que despiertes, al alba.

 

Lo único que no te cuesta es describir tus paisajes existenciales. Un abrazo, Ramón.

 

Gracias, Sergio. Un abrazo.

 

Creo que estás describiendo esos estados por los cuales navega a veces el alma humana y de una manera tan natural, que es imposible no ver reflejada la vida misma.
Tu trabajo es admirable.
Un abrazo.

 

Bonita inspiración

 

Un poema de versificación irregular o libre, con un ritmo basado en las repeticiones (anáforas y paralelismos) y construcciones sintácticas reiterativas (Cuesta… cuando…; Cuesta…. si…., que estructuran perfectamente el poema. Y un poema que va creciendo en intensidad hasta los versos finales, que surgen como epítome. ¡Me ha gustado!

 

Agradezco tu comentario, Cecy. Un abrazo.

 

Me encantan esos hábitos que describes y de los que no habría nunca que desprenderse. Lo que sí cuesta es desprenderse de las palabras sin sentido y pronunciar algún que otro pasado.
Un placer leerte desde este retiro.
Un abrazo, ¿Ramón?

 

Gracias por tu lectura y palabras. Un saludo cordial.

 

Gracias por leer y por el comentario que dejas. Un saludo cordial.

 

Agradezco tu visita y palabras. Un abrazo, Alonso.
PD En efecto, soy Ramón.