Los carros.

Y andábamos juntos en esto, como un nuevo ímpetu entre los tamborileros,

como un acompañamiento entre los musgos…


y cuestión de poder un poco más, poder un poco menos;

el tejón que se manifiesta por esos recuentos de las hormigas…


y con esos acróbatas de las raíces,

mientras se reencuentran los veleros entre la ropa tendida…


y marcharon los olivos con la Luna pescadora,

y los cocodrilos deben andar por las nubes dispersas;

mientras algunas lágrimas pulidas para la fregona,

mientras se escuchan estos lamentos, porque se doblan los carros.

 

Hola Tribu, siempre es un gran placer leerte, mis cariños.

 

Muchas gracias por tu compañía para estos versos, querida amiga Ludmila. Siempre en mi corazón, amiga. Todo mi cariño y admiración .

 

Bellos y sugerentes versos con el sello inimitable de tu arte. Un gusto siempre leerte y disfrutar de tus versos. Que estés bien, amigo. Felicitaciones y un abrazo.

 

Muchas gracias querido amigo Monje Mont, una gran alegría me das con tu compañía para estos versos. Un abrazo, que tengas un estupendo fin de semana!

 

Muchas gracias querido Maestro Luzyabsenta, siempre un honor recibir su compañía y sus acertados comentarios. Un saludo con toda mi admiración y mi afecto.