Trazando el camino

Trazando el camino

Mis pasos me llevan lento
pero dejan huella
huellas que son únicas.
Escalaré la montaña
y llegaré a la cima,
hasta el punto más alto.
Alli, donde los vientos se aúnan
en una sola voz sin ecos,
donde las estrellas rozan tu frente
y su luz te alimenta,
donde la luna es la almohada
en que habitan tus sueños.
Allí, abriré mis ojos
y finalmente sabré quien soy.

​

 

Es una gran idea que el camino sea ascendente.
Por eso algunos pueblos antiguos solían llegar a las alturas porque allí el aire tiene la pureza de lo sagrado y esa búsqueda de la divinidad los conectaba con su lado más luminoso, con esa voz interior y sabia que solo habla en el silencio.
Es otra página preciosa que facilita la reflexión y los pensamientos que hacen bien.
Otro abrazo con cariño.

 

cuando era chavalo, veía las montañas del caribe desde el balcón de la casa de mi abuelo. después de un par de días de lluvia tropical, se podía ver cómo se formaba una cascada que bajaba de una de ellas: el río que descendía de la cima aumentaba su caudal.

el año pasado, vi como a cubrían de nieve las cumbres de los andes durante toda una temporada, desde otro balcón.

qué distintas que pueden llegar a ser las montañas, ¿no? pero he pensado en ellas al leer tu poema.

saludos laly.

 

Muchas Gracias Marcos por tu visita y el dejarme saber que te agradan mis letras. Que tengas un bello fin de semana.

 

Siempre sentí que todo lo que hacemos a conciencia, con el corazón es ascendente no podría verlo de otra manera, el camino es difícil y tiene su recompensa. Ya sea nuestra evolución espiritual, nuestro desarrollo intelectual, profesional y emocional, todo nos demanda un sacrificio, un esfuerzo y donde es imprescindible nuestra fe, voluntad y valores. Creo que ese crecimiento que se da a lo largo de la vida y el mirar nuestro interior evaluando nuestros actos nos permite conocernos profundamente. Gracias por tu visita y tu lindo comentario amiga. Un gran abrazo y que pases un un precioso fin de semana.

 

Muchas gracias Maramin, me alegra mucho tu visita y tu comentario. Seria mi sueño llegar al espacio, si hay algo que me apasiona es volar. Hace unos 8 años tuve como regalo de cumple un vuelo en ala delta, es lo más parecido a volar como un ave, creo que nunca rei tanto en mi vida. Me alegra que te guste el poema.Un gran abrazo con miles de sonrisas.

 

Asi es Rosmery para comprender a los demás primero debemos conocernos, ver nuestra luz interior y conectarnos con el todo para poder ver la luz de los demás y vivir en armonía. Me alegra mucho tu visita y tu comentario el cual aprecio enormemente. Un gran abrazo y mis deseos de que pases un hermoso fin de semana.

 

Las montañas tienen algo especial que me cautiva, como un halo de misterio que atrapa. no se si es porque están allí desde tiempos inmemoriales y en ellas se cobijan historias ancestrales o porque según la estación en que te halles cambian su color, no lo se pero me enamoran todos los días Hace seis años que vivo en una zona montañosa, no muy altas como los Andes, pero no me canso de admirarlas. Muchisimas gracias por tu visita y por tu hermoso comentario el cual aprecio muchísimo Charlie. Un gran abrazo y que tengas un Feliz fin de semana.

 

Muchas gracias Luzyabsenta por tu lectura profunda y tus palabras que tanto estimulan mi escritura. Me alegra enormemente saber que te agrada. Un gran abrazo y que tengas un bello viernes.

 

Qué bien sientan los momentos de introspección escapando de los "ruidos" constantes de la sociedad. Hace algunos años tuve la oportunidad de vivir en un pueblo donde terminaba la carretera y comenzaba una sierra. Subía por el monte, estaba 4 o 5 horas sin ver a nadie y luego volvía al barullo de ese pueblo que solo tenía 40 habitantes. Esa es la sensación que recuerdo me embargaba, volver al barullo.... ¡qué cosas!, y solo eran 40.
Tu poema me ha hecho recordar tan gratos momentos, gracias.
Un abrazo y sonrisas desde alguna cima.
Javier

 

Es un hermosa anécdota Javier. Por años viví en la ciudad y siempre me sentí asfixiada. Hace seis que vivo en un pueblito pequeño, rural al pie de una montaña y nunca me sentí tan en casa, tan feliz como ahora. Acá siempre hay silencio excepto por las aves o animales del área, y veo algún que otro vecino cuando paso por el correo nos quedamos charlando un rato y es muy lindo.
Agradezco tu lectura y y tu comentario amigo. Me alegra haber traido a tu memoria gratos momentos. Un abrazo y sonrisas como soles.