Cotidianos I

El taxista


Condenado como un ATLAS a su roca
o al espejo de un sísifo que rueda
"yira*" en busca del "mango", la moneda,
que le llene a sus vástagos la boca

Tal el oficio antiguo que convoca
la sombra del auriga que un aeda
hizo constelación bajo la seda
del orbe mítico que aún se evoca.


La banderita libre que encadena
la sensación de ser un gondolero
en un canal sin agua en cuarentena.

El envío en lugar del pasajero
que troca la pandemia en una escena
en donde su actuación es de ¡Cartero!

Es el taximetrero
navegante de calles y avenidas
y un actor en el teatro de la vida

​

* yira(del lunfardo Arg): prostituta callejera, trotacalles.. por extensión Yirar: recorrer en busca de algo → yira: recorre buscando algo; en este caso pasajeros..

 

Una delicia encontrar este poema dedicado a tantas personas que recorren las calles jugándose la vida en muchas ocasiones. Siempre me ha parecido un trabajo arriesgado pero a la vez, muy interesante por la cantidad de pasajeros diferentes con las que se puede enriquecer. Un poema rico en expresiones y muy pedagógico también por léxico utilizado.

Un abrazo!

Palmira