La Que Me Pario

[COLOR="Blu[CENTER]A LA QUE ME PARIO.

Con la mirada extraviada
hurgando donde el silencio comienza
suspiro a la noche por señalarme una estrella
aromas a galletas recién horneadas llegan
caricias con recuerdo de horas placenteras
entre campanillas bailan recuerdos de mi infancia buena
siempre la mesa puesta, en su cabecera mi padre y paciencia
lo sabia, tenia una mujer dulce compañera
repartía su cariño dividiendo sonrisas buenas
asiento con mi cabeza, lo que direcciono mi vida
acciones buenas de una gran maestra
suman los años, cuesta decir que poco queda
vendrá un silencio, no estará en la mesa mi amada vieja
quedara el chocolate frió, sin fruta las tartaletas
cuenta con miradas al piso, que mucho le cuesta
no podrá dibujar las sonrisa que con facilidad le nacía con fiesta
sus niños han crecido ya ropa no remienda
solo un gato blanco le distrae su siesta
siente que la vida con años suman torpeza
le miro a sus ojos, le rescato un suspiro hondo
sabes madre mía, que te quiero más cada día le pronuncio
sonríe y entre palabras me responde
búscate una reina, yo ya estoy muy vieja
le abrazo, contengo la prisa, recuerdo a la mujer que era
susurro a su oído, cuanto le amo por darme la vida en la tierra
unto al espíritu saber lo que ella espera
entender que aun le aman la vida los que le rodean
me toma la mano y me besa, son sus bendiciones honestas
esta tranquilan su semilla no se perdió en la maleza
sabré en la vida hacer lo que su nombre enseña
amar a sus hijos con toda su gran fuerza.

Diego Ramsay.
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Te leía para ver qué tan bueno eres, y de verdad que lo eres, cómo puedes decir que la musa te inquieta, todo lo contrario te da palabras para hacer esta maravilla de tu vida , muy bello.

Te mando un regalo, que escribí hace un tiempo para mi padre, espero te guste.

Los Cachureos de mi Padre

Me recuerdo ahora mismo a mi Padre,
guardando tanta cosa, que para mí era inútil,
él todo lo ponía en un sitio especial,
pasaba horas ordenando lo que no podría tener orden.
Me recordé justo ahora de su cantidad
de cosas viejas, que al correr en su bicicleta, las descubría
en la calle, tiradas, olvidadas.
Él las recogía, como a un niño solo,
como a un perrito con frío.
Él todas las cosas las tomaba
con cariño, desde niña lo miré haciendo esos ritos.


Hoy, ya a veces sintiéndome, más vieja que él,
aún lo veo haciendo lo mismo,
recogiéndolo todo, tomándolo todo,
dándole sentido a todo, imaginando con ojos bellos como aceitunas lindas y frescas, qué hacer
con una manilla, con una tuerca.
¡Cuánta cosa guarda en su casa, en su patio y en su mesa!
“Todo sirve hija”,
Me dice cada vez que lo veo detenerse
para dar atención y vida a
cuanto por sobre él se aparezca.

Ahora te entiendo Padre amado, no son tus cachureos, no son cosas que recoges como hombre bueno y abnegado.




Es tu esencia de hijo solo,
abandonado, de ansias de conocer a un padre
que como tus cosas, siempre estuvo y vivió
entre mares, campos y libros, abandonado,
es tu necesidad imperiosa de descubrirlo
y nunca encontrarlo.

Ahora te entiendo tan bien Padre amado,
es tu forma de decir que todo sirve,
que para todo hay un lugar,
respeto y espacio,
es tu manerita tierna de demostrarnos,
siempre, que nada debiera dejarse tirado.

¿Dónde ponemos entonces Padre Amado?,
Tus tuercas, bicicletas, palos, maletas, libros, revistas, pinturas, dedales, maderas, hierritos, alambres, llaves y tijeras.
Busca mi viejo el lugar que quieras,
te los entrego todos, para que ocupes
cada rincón de mi casa.
Porque ahora te entiendo.


¡Tú jamás me habrías dejado en la calle tirada!

Trayenko a Su Padre…

 

MI QUERIDA AMIGA, ME DEJASTE ANONADADO, Y COMO AL POBRE CHÓFER UN POCO CALLADO, LA EXPLICASÍON LA TENGO Y TE LA ENVIARE EN UN PRIVADO, SOLO DEBO RECONOCER QUE ESTE POEMA TUYO ESTA MUY BIEN HECHO, CONTASTE LA VIDA Y SU SIGNIFICADO, DEJASTE CORRER SENTIMIENTOS PROFUNDOS DE UN SER AMADO, MI ABRAZO A TU POESÍA AMIGA BUENA, DIEGO RAMSAY.