¡Más maderaaa!

“Ten cuidado al dar la mano”
dijo el Manco de Lepanto,
con su muñón que era espanto
que no causó un cirujano.
Dijo, “esfuerzo sobrehumano
realicé en la batalla,
pero un turco que no falla
en su fatal puntería
en ese preciso día
solo me hirió el muy canalla.”​

 

Con la escoba lo cepillo
con tan fiero y bravo embate
que sus golpes de karate
no me rozan ni el membrillo.
Mi defensa es un castillo,
mi ataque una encamisada
que destroza su estacada
y al pegarle con el mango
lo dejo besando el fango
al ser la lucha ganada.​

 

Al ser la lucha ganada
no me duermo en los laureles
siempre alerta aunque sueles
invitarme a una escapada
mientras oigo la tonada
y vibro de gozo contigo
no olvido que un enemigo
por ti daría la vida
aunque perdió la partida
y se llevó su castigo

 

Y se llevó su castigo
por no rimar con acierto
y quedar al descubierto
por lo que ahora me digo.
Que he estado un tiempo al abrigo
de los sonetos en flor
y veo que al por menor
los versos no son minucia
y requieren de tu astucia
y tu versión, la mejor.

 

De tu versión la mejor,
para ver si la convences
y con tus palabras vences
para que te dé su amor.
Más debes saber, señor,
que ella es mi cariño amado
de quien vivo enamorado;
y si es que buscas quereres
enfílate a otras mujeres,
pero que sea en otro lado.

 

En la semioscuridad
hacemos nuestros congresos
que implican pocos progresos
si decimos la verdad.
Es nuestra realidad
que debemos las facturas;
no pagamos las lecturas
en el contador de casa
así que lo que nos pasa
es que vivimos a oscuras.

 

Es que vivimos a oscuras
-me replicas acuciosa
La realidad espantosa
es que tú no nos procuras
instalaciones seguras
cambia tu error algebraico,
pon panel fotovoltaico
Detesto los apagones
que sufrimos de a montones
cambia el pensamiento arcaico

 

Cosas nuevas conocer
de aquello que hayas vivido
cómo haz ganado o perdido
y así poder comprender
razón de tu proceder
para aupar cada victoria
exploraré en la memoria
lo mejor habido en ti
Con besos te reviví
formo parte de tu historia

 

Para nuestras emociones
es necesario sentir
la manera de vivir
acorde con las acciones.
Y según esas nociones
que se imbuyen en la mente,
se percibirá el ambiente
con más sensibilidad
lo que traerá en realidad
emotivas sensaciones.

 

De una emoción pertinente
no se han revuelto avisperos:
no es como quedarse en cueros
en medio de mucha gente.
El exabrupto indecente
destruye reputaciones.
De esos, yo vi montones
en mi vida larga y dura.
Se recomienda mesura
ante burdas agresiones.​

 

Ante burdas agresiones
si son verbales: desprecio
pero si se eleva el precio
por tratarse de ladrones
o de espías que usan drones
mi asistente que es gigante
los aniquila al instante
Soy también brujo de oficio
puedo echar un maleficio
al que se ponga delante

 

Hará cola finalmente
que a nadie le gusta estar
soportando el malestar
de esperar a tanta gente.
Existe, claro y latente,
de ser el más avispado
el deseo así enrocado.
Algunos lo satisfacen
sin entender que lo que hacen
puede generar enfado.

 

Pidiendo un tirón de orejas
estás, dicen las vecinas,
pues todas sus golosinas
les robaste “por ser viejas”.
Pienso en ciertas moralejas
al notarte tan truhán.
Sigues siendo un haragán
y eres ya un adolescente.
Tal vez serás buena gente
cuando madures, patán.​

 

Cuando madures, patán,
y abandones esa pose,
tu madre ya no te tose,
te comerás todo el flan.
Que tenemos muy mal plan
si el comité familiar
quiere desarmonizar
con una huelga este mes,
un chantaje ¿no lo ves?
No se quien ha de cambiar.

 

A los cariños se afilian
después de una gran pelea
y cualquiera que los vea
exclama... ¡cómo se auxilian
cuando sus riñas exilian!
Pero bueno, eso es la vida,
una continua avenida
de alegrías y tormentos,
de placeres y lamentos
entre comida y comida.

​

 

Entre comida y comida
una siesta es lo perfecto
alimento el intelecto
con un libro y una bebida
es mi tarde concluida
tendido en el canapé
pensando qué cenaré
mi música favorita
¡ay!, que vida tan bonita
si no me falta el café

 

Si no me falta el café
el día amanecerá
con un guiño que tendrá
el aroma que soñé.
Sugiere optimismo y fe
ese sabor mañanero.
Es un viejo compañero
que se brinda generoso
tanto en un tiempo auspicioso
como en la escarcha de enero.​

 

Con su sabor delicioso
disfruto de los turrones
de almendra y los polvorones
enseguida pico un trozo
de cerdo asado, sabroso,
gotea sobre el fogón
el mojo, que no hay sazón
tan sabrosa que lo iguale
humea el jugo que sale
en las brasas de carbón

(gracias Erme, saludos)

 

En las brasas de carbón
un viejo recuerdo atizo
que mi existencia deshizo
como pompas de jabón.
Fue rescoldo y fue turbión
tu transitar por mi vida.
Si hay ceniza en tanta herida
debe ser porque en mi cama
sigue prófuga una llama
que resistió tu partida.
​

El noveno es de nueve, estimado Pi. Abrazo.

 

En mi pecho acomodada
la bebé recién nacida
a la vida bienvenida
la pongo sobre la almohada
junto a mamá que cansada
por el acto de parir
no deja de sonreír
entre lágrimas que llora
su ternura me enamora
son mi razón de existir