Qué cuento darse cuenta que se quiere

Mientras
se tiembla de frío y
se contemplan los versos,
simultáneamente se palpita
una calidez por el reflejo del sol
en la imagen que en un ser se adivina.

Los versos pueden escribirse
con los ojos abiertos o cerrados y,
en ocasiones, se quedan así, mientras
se aparecen en una hoja digital o de papel.

Ciertos versos están destinados
a seres que en la gloria del tiempo y
una sola poesía existen, a pesar de su sencillez

Soy amante de la poesía,
no obstante, ya sea por las letras, la actitud,
gallardía, o lo que pidas, también quisiera ser amante suyo.

Fidel Guerra. Enero 13, 2024.​

 

Sorprendente y bello final al que nos conducen tus sensibles y enamorados versos amigo Guerrión, un placer leerte amigo....muááácksssss

 

Enviame un poquito de ese frío
Guau! me encantó! ese final
Cada día es más lindo leerte
un abrazo cálido

 

Soy amante de la poesía,
no obstante, ya sea por las letras, la actitud,
gallardía, o lo que pidas, también quisiera ser amante suyo.

Precioso poema y maravilloso cierre. Felicitaciones Fidel. Un abrazo con la pluma del alma

 

Lomafresquita,
bueno, déjame informarte que el clima en este lugar, Oregon, es extremadamente frío. Todo está cubierto de hielo y, durante la noche, se puede notar un tenue resplandor que emana de una enorme nube gris que libera gotas congeladas, si, gotas que se asemejan al mismo hielo que se usa para el hielo raspado con sabores para refrescarse en el verano. Por cierto, hay constantes ruidos por las ramas y los árboles que se quiebran y bloquean las calles. Sobre el resplandor…me hace pensar que tal brillo viene de otro mundo, es algo irreal, nunca lo había experimentado. Como yo, otros miles de habitantes de Springfield no tenemos luz eléctrica por los árboles caídos, incluso el hospital está funcionando, y a todo vapor, a través de cuatro maquinas o gigantes generadores eléctricos que duran 5 días, pero una pipa o camión de Diesel esta lista para rellenar si al cuarto día no se obtiene electricidad de las torres. Te diré que el poema se dio en una noche fría, temblando un poco e imaginando el sonido de una risa ligera y cálida que de seguro descongelaría el hielo que arropa a las rosas.

Saludos y gracias por tu tiempo.
Fidel Guerra.

 

Hola Luna,

los paisajes de esta tormenta de hielo, debido al desmadre causado por la caída de árboles y líneas eléctricas, son a la vez grotescos y hermosos. La mera neta, no puedo comprender cómo las llantas del carro logran agarrarse a la carretera congelada, pero de vez en cuando, provoca una extraña sensación de amor a primera vista cuando el auto se desliza y te incita a pronunciar el nombre de Jesús por la esperanza o deseo de no pegarle a otro carro o estrellarte por ahí. Pues, me gustaría sintieras el aire que se asemeja al que sale de un refrigerador, solo que este con una leve velocidad que, según cuentan los meteorólogos, es de 5 millas por hora. Me alegra te haya gustado el final del poema, pero aún más el cálido abrazo de ti que hace mucho más agradable esto de escribir poesía en las noches de invierno… what else…qué más…oh si, de entrega inmediata, un beso entre mejilla y labio, mi estimada luna bella. Disculpa que no siga, pero ando en la chamba.

Yours,
Fidel Guerra.

 

Estimado José,
agradezco contar con su apoyo para esta humilde poesía que, con toda la gracia y la fuerza de la sencillez, aun asi me brinda o lleva a través de desafíos, pero en su mayoría, de momentos muy inspiradores. Momentos como cuando anda uno en la montaña, disfrutando de los paisajes, pero también de la experiencia de gritar en medio de las soledades con un eco resonante el nombre o el sentimiento aquel que nos inspira.

Gracias y espero estés pasando un lindo día.
Fidel Guerra.