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La Mujer de mis Sueños

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por _Lirio_, 15 de Junio de 2007. Respuestas: 2 | Visitas: 1312

  1. _Lirio_

    _Lirio_ Poeta recién llegado

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    15 de Junio de 2007
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    Sólo necesitó un instante, ¿Quién hubiera pensado? El siendo una persona tan seria, tímida, casi inexpresiva; iría a fijar sus profundos ojos negros en una mujer como lo era ella. Su mirada, su risa, la manera de suspirar al ver algo que le molestaba o le aburría, eran cosas que sin saberlo le atraían.

    No fue si no hasta el día que pensó en ir a la cafetería, aquella que se encuentra enfrente de la escuela, que admitió su verdad. Distraído pensando en filosofías, fue de pronto perturbado por una brisa con olor a flores, de color violeta y destellos azules, que paso frente a el, al alzar la cabeza solo pudo ver unos finos cabellos que bailaban al compás del viento.


    Aunque ese no fuese el principal motivo de su interés hacia ella, lo negaba... No se quería ver forzado a comprenderlo de inmediato. Siguió su rumbo con la mirada,anhelando su mirada, una caricia, un beso...su aliento. Si tan solo hubieran podido verla, fácilmente se distinguía dentre las demás, su manera de caminar, se veía tan altiva y profunda, ensimismada, analítica, tan... única. Pero aún y cuando no sabía el por que, fue tras ella como navegante a la deriva.

    A cierta distancia observó que ella se sentaba en una mesa y pedía al mesero un café, por inercia pidió lo mismo. Sentía, al verla en esa luz que entraba por la ventana principal, que esa era la mujer que había buscado, al menos en ese momento, en ese vestido color violeta su belleza se notaba más, era irresistible no observarla mientras ojeaba un libro que ella tenía sobre la mesa.


    Atónito se quedaba ver recorrer su mano por el largo cabello, y lentamente pasarla despúes a la cara. No lo podía creer, ¿Cómo es que nunca antes había podido no ver a esa hermosa mujer? Había algo en ella que lo había cautivado y sabía que estaba condenado a ser su prisionero.
    Al no saber que hacer, decidió escribirle -ahora que sabía que en su sueño existiría su recuerdo - Un poco tembloroso sacó de su mochila un cuaderno, tomó la plumilla que tenía en el bolso de la camisa,dio un gran suspiro... Y empezó a escribir:

    Buenas Tardes:
    No sé como se llama usted, ni tampoco si se encuentra conmigo en alguna clase...

    Después de las primeras dos líneas, tira la hoja, su contenido era fútil, rascando su cabeza pasando sus manos por el rostro agobiado, cae a su memoria un relámpago y sin que pudiera impedirlo, lo hace recordar. Sí, era ella, no lo quería aceptar, se resistía a encontrarse enamorado, por miedo, seguramente. Aunque nunca supo su nombre el año pasado en aquella clase de las diez, era una flor delicada con espinas, fuerte, risueña e insegura, aunque sus ideales los defendía con fiereza, de ahí esa admiración inconsciente que le tenía, lo cautivo, sin saberlo ya solo viviría para ella, nunca su mente lo quiso reconocer.Con el tiempo se inundó de teorías y ensayos, para ver si así borraba el recuerdo.

    Tiempo después vemos que todo aquello fue en vano, el amor no se puede esconder, y ahora quedaba condenado al futuro de su carta. ¿Cómo escribir una carta a tan imperante ser? ¿Cómo saber si aceptará las peticiones que en ella hay? ¿Y si se va disgustada después de leerla? Quedaría atormentado si no tuviera consideración de este su enamorado - El se planteaba, pero hay que preguntar si ella sabía de su existencia-

    Después de un rato, pudo al fin saber que escribir en una pequeña nota, contento la esgrimió rápidamente y al terminar le habla al mesero que se encontraba en la otra esquina. -Cuando ya tenga su atención, le diré ¿Te gustan las rosas, los claveles o prefieres las azucenas? después le preguntaré donde vive y si puedo visitarla...No...no, eso es demasiado rápido, mejor escucharé todo lo que me quiera decir, así podré escuchar su voz - Al llegar el mesero, sutilmente emocionado le dá instrucciones para entregar la nota a la señorita que estaba a dos mesas de ahí.


    Sin embargo, el mesero se encontraba confundido y le pregunta de nuevo, él al volverse para comentarle de nuevo su petición, nota la mesa vacía.Todo se detiene -¿Qué a pasado?- atónito, decepcionado por no haberse dado cuenta en el momento en que ella salió, le arrebata la nota y sale corriendo - no puede ser!...no puede ser!- era lo único que podía pensar mientras cerraba sus puños, en la acera voltea hacia todos lados, pero no hay rastro de ella.


    Caminando lentamente de nuevo hacia la mesa se preguntaba como haría ahora, que ya había encontrado a la mujer que le arrebató el sueño, estaba consciente de su embrujo. Tocándose la barbilla con la mano, se sienta de nuevo en la mesa. Da de nuevo un gran suspiro, toma un sorbo del café, ahora frío, que había pedido mientras contemplaba la belleza de la mujer de sus sueños...

    Y lentamente empieza de nuevo a pensar en teorías y ensayos, sin dejar de lado el sublime recuerdo, de ese ser que se ha ceñido en su mente y ha dejado sus labios sedientos, provoncadolo a soñar por un momento con el amor y a vivir con el recuerdo de la mujer de sus sueños.



    Celeste Lacomba
     
    #1
  2. Tsadkiel

    Tsadkiel Poeta veterano en el portal

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    Una gran historia, me ha gustado. De paso de doy la bienvenida y mis saludos!

    No podían faltar pal de estrellas. :bienvenido: :bienvenido:
     
    #2
  3. _Lirio_

    _Lirio_ Poeta recién llegado

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    15 de Junio de 2007
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    muchas gracias!!
     
    #3

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