Tercetos encadenados

La vida siempre apura,
a parir, estudiar, construir la vida.
Todo de veinte a treinta, que locura.​

 

Hay de humores a humores
es que hoy no tengo humor de hablar de estrellas
hoy quiero hablar de ti y de tus amores.

Hablarte de lo bellas
que las composiciones de tus versos
imprimen mi memoria con sus huellas.

Quiero hablarte de tersos
deseos que me inducen tus poemas
que en ondas de pasión están inmersos.

Quiero hablarte de extremas
sensaciones que fluyen por mi piel
cuando ofreces caricias con zalemas.

Son dulces como miel
y el placer que me causa tu regalo
anula de mi humor la negra hiel.

 

A veces no hay calor
las palabras se fueron no sé a donde
no cuaja ningún verso, no hay color.​

 

Es que a veces no llego
y no alcanzo el dulzor que da tu verso
así es como esta red es que está en juego.

A tu decir tan terso
me ligo con palabras de ternura
en su busca saldré hacia el universo.

Y si mi viaje dura
entonces correré tal como el rayo
y así regresaré con letra pura.

Y si es que así no la hallo
se callará mi voz impertinente
y fingirá tal vez algún desmayo.

 

No creas que tus cánticos denigro;
tus tercetos rebosan de dulzura.
No pecaré de pigro,

pero en esta cadena hay estructura
a seguir, mas errar siempre es humano.
Un yerro contribuye a la aventura.​

 

El errar es humano,
mas arreglar error que es señalado
nos causa desazón, penar insano.​

 

Si tú me has enseñado
a volar hacia umbrales de pasión,
tal vez te has olvidado:

Ícaro y sin las alas de cartón
era antes de quererte sin remedio.
Cera fundida soy, sin corazón.​

 

liberarnos del tedio
no es razón suficiente para el verso
sentir amor sí es un gran remedio

 

Para sembrar un verso
habrá que hacerlo en pliego de hoja fértil,
regarla con pasión del universo.​

 

Hay que entender que “fértil”
es típica “Ave Fénix”en las rimas.
Jamás mi inspiración será tan fértil

como para salir, sin pantomimas,
de un gran atolladero.
Mas con esta... ¡seguro que te animas!​

 

A veces desespero
cuando no hallo las rimas apropiadas
y gracias a ello aprendo con esmero.​

 

Es que hay rimas que son muy despiadadas.
Una de ellas es “ti-empo”.
Según las referencias consultadas,

rimaría con “l-empo”,
que es un ave de fealdad expresa,
o una clase de trol, un pasatiempo

de la mitología finlandesa,
e incluso un mote para los morenos.
Tal vez, el diccionario me embelesa.​

 

Me gustan los morenos,
en mi patria se encuentran por millares,
sus ojos almendrados ven serenos.

Algunos con cantares
que incendian la pasión con dulces versos
cantando del amor tristes pesares.

Algunas veces tersos
arrullos melancólicos que invocan
historiales de amores muy diversos.
​

Corregido Ermenegildo, gracias.

​

 

Me parece que no quedo encadenado, Luciana.
Mis saludos cordiales.

 

No sé si tan nefastos tiempos trocan
en nostalgia la humana condición
de las buenas acciones que derrocan.

 

En el terceto se encierra la condición,
la métrica perfecta y la rima precisa,
un arte sublime, una verdadera pasión.

 

Sigo en cinco minutos.

 

Le indico en forma clara y muy concisa,
amigo Yuste, que el tridecasílabo
no es válido en el reto y se precisa

tener por base al noble endecasílabo.
También puede adornar estos tercetos
con algún heptasílabo.

¡Y el pentadecasílabo es aprietos
en los que no quisiéramos entrar!
Le dejo mis saludos y respetos.
​

En/ el/ ter/ce/to/ se en/cie/rra/ la/ con/di/ción,/
= 13 sílabas (12 + 1)
la/ mé/tri/ca/ per/fec/ta y/ la/ ri/ma/ pre/ci/sa,/
= 13 sílabas
un/ ar/te/ su/bli/me, u/na/ ver/da/de/ra/ pa/sión./
= 15 sílabas (14 + 1)

Observe también cómo las palabras agudas (en su caso) y las esdrújulas ( en el mío) afectan la cuenta silábica:

Le in/di/co en/ for/ma/ cla/ra y/ muy/ con/ci/sa,/
= 11 sílabas
a/mi/go/ Yus/te,/ que el/ tri/de/ca/sí/la/bo/
= 11 sílabas (12 - 1)
no es/ vá/li/do en/ el/ re/to, y/ se/ pre/ci/sa/
= 11 sílabas

te/ner/ por/ ba/se al/ no/ble en/de/ca/sí/la/bo./
= 11 sílabas (12 - 1)
Tam/bién/ pue/de a/dor/nar/ es/tos/ ter/ce/tos/
= 11 sílabas
con/ al/gún/ hep/ta/sí/la/bo./
= 7 sílabas (8 - 1)

¡Y el/ pen/ta/de/ca/sí/la/bo es/ a/prie/tos/
= 11 sílabas
en/ los/ que/ no/ qui/sié/ra/mos/ en/trar!/
= 11 sílabas (10 + 1)
Le/ de/jo/ mis/ sa/lu/dos/ y/ res/pe/tos./
= 11 sílabas

Luego, siempre habrá temas de sinalefa, hiato, sinéresis y demás que deberá tener en cuenta. Por último, y ya no queriendo abusar más de su tiempo, le dejo un enlace que ofrece un pantallazo acerca de las compatibilidades rítmicas en los endecasílabos:
https://sobreartepoetico.blogspot.com/2012/10/tipos-de-endecasilabos.html

¡Salud y buen domingo!
​

 

Gracias Ermenegildo un abrazo

 

Creo que está arreglado Ermenegildo

El terceto encierra la condición,
de la métrica y la rima precisa,
un arte, una verdadera pasión.

 

Va mi respuesta por MP. Saludos.

 

A veces se precisa
del diálogo privado entre amigos
donde siempre aprender sea premisa

 

Gracias Pi-radianes. Un abrazo con la pluma del alma

 

Le recojo los higos,
los que suelta la higuera sobre el prado,
de ello los pajaritos son testigos.

Me los llevo al mercado,
los cambio por manzanas y ciruelas
pues sé que son los frutos de tu agrado.

Cuando suenan vihuelas
que llenan de sus notas el espacio,
recuerdo que escribiendo te desvelas.

Las escuchas despacio,
me va llegando apenas un rumor
y te veo llenando el cartapacio.

Y me entra un gran temor
de interrumpir tu estado ensimismado,
a veces te percibo algún tremor.

Así tiemblas amado
si escribes poesía que profunda
va extrayendo de tu alma ese sagrado

sentir que a ti te inunda.
Un estado que es íntimo, tan tuyo,
tormenta de pasión, honda, fecunda.


​

 

Me dices que no es tuyo
el verso que está escrito en mi pañuelo
¿y entonces a quien doy este capullo?

Impregnado en la tela tu olor huelo
veo amor en tus ojos
atrapar puedo el pájaro al vuelo

 

Te cuento: “Los despojos”
es el típico tango muy tristón.
Es una historia en donde los enojos

de una antigua traición
no consiguen caber en el presente.
El regalo del tiempo es el perdón.
​

Creo que el de cierre te ha quedado de diez, Pi. Creo que has querido decir "ojos".​

 

Instante es el presente
que a veces no resulta cual queremos
y provoca de angustias un torrente.​