Cuatro añitos ya.

Eres... la eclosión de la rosa
la vida en flor,
la lluvia, el trueno
el sol.

Paladín de la sonrisa
donde quiera que la risa esté,
mermelada de frambuesa
del más preciado buqué.

Amapola esplendorosa
destacando entre espigas,
que mecida por el viento
salta y danza poseída,
contagiando de su encanto
a una hormiga distraída,
que pasaba por allí.

Eres... cual esa brisa
que, suavemente te acaricia
aliviando todos los males
sinsabores, malestares,
y al tenerte entre mis brazos
mis sueños ya son... reales.

Musa de los mares
juglar de los cantares,
vive y, sé feliz,
ponte el mundo por montera
y di, a quien quiera oír,
que una niña guerrillera
anda suelta por la vida
para dejarse sentir.

 

Gran descripción y pasión.

Saludos

 

Los niños, me desarman amigo Alde, al tiempo que me insuflan una fuerza y ganas de vivir (sobre todo, por ellos) que puedo con todo, siempre que no los vea sufrir. ¿Quien no se rinde al mirar a los ojos de un niño sano y feliz ?. Son nuestra vida, y nuestra esperanza, luchemos por ellos.

 

Precioso poema FMarcos. Cada día me gusta más leerte. Un abrazo con la pluma del alma

 

Gracias por tu comentario britsy. Es un estímulo para mí, el que apruebes mis versos, y más, el que te gusten. Un sincero abrazo.

 

José, eres un ejemplo de constancia y, de bien hacer. Con mi agradecimiento, un abrazo.