Rincón de poesía en imágenes 2024 (no se admiten comentarios)

Son las 19:00 de una noche que empieza
mezclas de sombras y luces en las calles
de pasos perdidos en horas extraviadas
en suspiros que no encontraron el pecho deseado
y el tiempo se vuelve espera.

Pero pasa la vida entre giros de manecillas
nos sabíamos ansiosos por cobijar nuestro calor
en el cuerpo del otro
para aquietar la ganas de romper las ropas
y desnudarnos en mutuo silencio.

Pero pasa la vida entre giros de manecillas
cuando la iglesia brindaba campanadas diferentes
en otros trajes
con otros apellidos
y mordiendo los labios para no soltar el nombre equivocado.

Pero pasa la vida entre giros de manecillas
como si cada vuelta de tuerca se reflejara
en cada giro de esquina
o en la góndola del supermercado
... o la salida del colegio de los peques.

Pero pasa la vida entre giros de manecillas
cuando suena el timbre y salen corriendo...
juntos tu hija... y mi hijo
tomados de la mano
como si fuera un vieja fotografía nuestra...

... pero pasa la vida entre giros de manecillas
hasta verte desde lejos llegar ruborizada
como si el colegio hubiera sido ayer
y encontrarnos sería
nuestro destino hoy.

 

Corazón bambú y canela,
raíces de la sabana,
por tu sangre, sangre hermana,
corren leona y gacela.
¡Horizonte de acuarela,
que la tierra se despierte!
Sol y luna, asidas fuerte
al tan tan de los tambores:
¡de ser una en mil colores
dancemos, mujer, la suerte!


​

 

"Flechas encendidas"...

¡Nos tirarán flechas
de iras encendidas,
y serán dispuestas
a herirte mi vida...!

¡Tú y yo cielo somos
de amor lo completo,
porque nos queremos
hasta el Universo!

¡Te adoro y no hay nada
que pueda dañarte!
"¡Aquí está tu mami
con todo para amarte!"

Anthua62
México 17-02-24

"Ligia querida, Maestro Edelabarra,
los querré siempre ¡un millóoooon!"

 

Noche mágica



Junto a la negra selva enmarañada,

el lago de cobalto azul bruñido

espeja en un hipnótico chasquido

el ciclo de la luna tramontada.


Con la noche celeste y constelada

emerges del islote sumergido,

que fue terruño donde tú has vivido

y alberga una silueta duplicada.


Invocas a tu Astrid una y mil veces

con la historia de amor en ese lago

estelar, planetaria y poderosa,


y el universo fulge ante tus preces

tus conjuros, tus fórmulas de mago,

recobrando a tu estrella misteriosa…


Ya en tu mano es la rosa,

que perfuma ese líquido camino

con el agua imantada del destino.


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Palabras finales


Así estoy, navegando en las noches
por un río de palabras sin sentido,
buscando la lógica a esto que nos alejó,
desenredando esta madeja de emociones,
en un vaivén que da nauseas.

Y la cara estúpida de la luna,
que con su falsa sonrisa ,
ridículamente, se desdibuja en esta insanidad
mientras se sumerge en el río de mi desesperanza.

La noche regurgita las pesadas horas
que engullo con demencial gula y sucumbo
mientras voy desmembrando un torbellino
de tus lapidarias palabras finales
que sin piedad me ahogan.

​

 

Mi piel bajo tus besos

Éramos tú y yo, y era el mundo
sólo una sábana blanca
girando silencioso en la penumbra.

Era mi piel bajo tus besos,
amándose.

Estábamos solos, tan cerca,
que te nombré deseo.

No cabía el tiempo entre los cuerpos.

Palpando a ciegas,
descubrimos el camino
que juntó nuestras manos.

En esa noche, en que escasearon horas,
cruzamos el umbral
y te quedaste entre mis versos para siempre.

Ana Mercedes Villalobos


​

 

2.-



TOCAR FONDO

No es fácil encontrar la superficie
cuando el agua supera expectativas
si consigue inundar una planicie
u oculta habilidades cognitivas.

Caer en lo profundo, en la calvicie,
es presión con tormentas sucesivas
sin la piel; no permite se acaricie
por temor de vivencias abrasivas.

Rodean el ocaso las burbujas,
los ojos se acicalan con la fosca
y el medio que conduce tiene agujas.

El delirio es allí donde se enrosca
entre un vil aquelarre con sus brujas
y la furia que intenta no ser tosca.
​

 

Amor en la campiña





El vestido fue manta en el otoño

sobre la oscura grama atardecida,

que despertó de pronto sorprendida

por el tul o el susurro de algún moño.


Se tendió la pareja complacida,

entre encajes en flor, orla o madroño,

y el viento ante la falta de un retoño

sopló hojas de oro como bienvenida.


La paz de aquella tarde dio cobijo

a fantasías, viajes y primicias

y una ilusión secreta con el hijo,


intercambiando sueños y caricias,

cuando bajaba el sol a su escondrijo

y las estrellas daban sus albricias



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Primer amor






Era el sol fulgurando en todo su esplendor,

y el mar que salpicaba burbujas de platino,

festejando ese beso que iniciaba un camino

al despedir la tarde de aquel primer amor.


La playa en el ocaso se tiñó de rubor

con el abrazo brusco del ventarrón marino,

y un zorzal que cantaba partió hacia otro destino

mientras albas gaviotas danzaban sin temor.


Flotas de nubes lilas navegaron el cielo,

y la imagen romántica dibujó un claroscuro,

tal vez soplos de bruma le tejieron un velo


para que aquella escena no remontara vuelo

y quedase grabada para un tiempo futuro

con su color, aroma y gusto a caramelo.


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