Tercetos encadenados

Dejabas un abrazo
después que leías lo que escribía.
Mi verso pretendía ser flechazo.​

 

En los muros escribía
dibujaba murales retadores
todo ello por pura rebeldía

 

En peces de colores
y carnavales de perfil circense
crees como puntal de mis amores.​

 

Insistentes, las frases se desatan
en sucesión perversa.
Sin tregua, el corazón me desbaratan.​

 

Hoy me muevo en reversa,
parece que a mí todo se me vuelve,
todo, menos la edad, esa perversa.​

 

Natural arrebol
tu rostro lo embellece la fatiga
se te dora la piel bajo este sol.

 

Tu rostro lo embellece la fatiga,
los años que te asolan, la nostalgia
y ese triste recuerdo, nos abriga...​

 

No obstante, la lumbalgia
que ocasiona la ciática indecente
incentiva a ultimarme esa nostalgia.​

 

Si es que del dicho al hecho
va mucho trecho, la boca cerrada
tal vez jamás te causará un despecho.​

 

Con la boca cerrada
y sin que alguna idea se me centre
será mejor si hoy no escribo nada.

Es hecho recurrente
perder inspiración si se está triste
por perder a ese muso que es la fuente.​

 

Fue Don Diego Alatriste
a quien contrataste para asesinarme.
De mi espada veloz te sorprendiste.

​

 

Me acompañó el gendarme
con la espada en la funda como ariete
cantando fina glosa y, no me alarme.

 

Atrévete a besarme
haz dicho que a mi nunca me amarías
puede ser que ese beso te desarme.

 

¿Nunca, nunca a mi nunca me amarías?
Triste endecha, tan sola como luna
porque me prometiste y no podrías...

 

Creo, más que en ninguna
otra ocasión, el hilo es entropía,
termodinámico desorden y una

complicación tras otra, sin tutía.
Usen el “sigo”, “hermanes”,
si piensan que alguien más les ganaría.​

 

Ya todo son desmanes,
escribir poesía lo resiente,
es que topo con puros supermanes.​

 

Es pura cortesía que resiente
al dejar estas huellas
de amistad que nos cubre entre la gente​

 

He abrevado de mellas.
He libado de acónitos y ortigas
y del rito fatal de tus querellas.​

 

No creo que consigas
mi mirada muy austera de repente
aunque bien me investigas​

 

Somos semicírculos.
El tema es un asunto bien sabido.
Y espalda con espalda, hacemos círculos

de cariño, y de obesos en su nido.
Insisto, adoro círculos,
la cintura de un pollo bien nutrido.

¡Ya basta con los círculos!
Hay que salir del gran atolladero.
Hablemos de la esfera, no de círculos.​

Quedé totalmente encerrado con esa rima.

​

 

Conocí caraduras,
locos, bufones y malabaristas
en templos y en las zonas más oscuras

de círculos de ciencias o de artistas.
No siempre en las alturas
vergeles en los páramos avistas.​

 

Son malas conjeturas
pensar si volverás un día a amarme.
yo no sé si serán mis calenturas,

mas ya no habrás de darme
lo que me has dado y eso, no me lo quitas,
aún si no volvieras a buscarme.​

 

Dicen que los hititas
eran politeístas consumados,
con mil deidades grandes y chiquitas.​

 

Cuando juzgan delitos consumados
a veces se condenan a inocentes
y abundan los delito no juzgados

 

Lisonjas indecentes
te ha dicho a trochemoche ese mancebo.
Respuestas consistentes

por supuesto que apruebo.
No creas que un entrometido soy.
Como padre, me meto en lo que debo.​