Tercetos encadenados

Bien sé que cuelgan briznas del ayer
en los árboles como telarañas
porque de noche suele acontecer​

 

Te he visto pasear entre las cañas
con machete y sombrero de yarey*
camino al río vas, alli te bañas.


* Planta de la familia de las palmas, cuyas fibras se usan para tejer sombreros

 

Se te acabó el mamey;
no voy a soportar millar de agravios.
Deberías saber que soy de ley.​

 

La tormenta en el Sol me vino bien
al fin pude soltar mis malos genios
maldije y pataleé no importa a quien

a la mierda mandé a los convenios
echándole la culpa al Astro Rey.
Llevaba reprimido por decenios.

 

Tequila.

Extracto de maguey
la planta milenaria de mi tierra
que es a veces azul o color grey.​

 

La lechuga… ¡qué cosa!
Se estira, o es redonda o tiene pliegues.
Es su genética maravillosa.

​

 

No es bueno que despliegues
todos tus sentimientos, pues me aburres,
la próxima ocasión mejor que juegues.

​

 

Al niño no lo zurres
aunque creas que todo lo ha hecho mal
es culpa de los cuentos pues lo aburres

 

Ruego al perro que calle y no nos ladre
que el vecino lo saca a la terraza
y se aleja tranquilo del desmadre.

 

-Ese perro es de raza.
Respondes cuando digo que lo castres,
le gruñe y se le tira al que pasa

 

Pongo mucha atención
pero siempre metido por el medio
ay... si te voy a dar un coscorrón

 

Sigo al terceto de Maramin



Perdona, no comprendo la razón
repíteme otra vez tus argumentos
si sientes que yo herí tu corazón

 

Ahora son lamentos
porque no hallo tu voz que me alegraba,
contigo disfrutaba los momentos.​

 

Comprendo que las prisas
se deben mayormente al peculio
son algo más baratas las divisas

 

El señor con peculio...
Da risa con peluca que fallezca
él que espero por tanto el mes de Julio​

 

Quiero que se estremezca
tu nombre sobre el árbol junto al río.
Lo horadé para amarte aunque fallezca.​

 

Tan solo desazones
me ha dejado el amor impertinente,
a veces me incineran sus pasiones.

Y quedo penitente
como ave que ha caído en una trampa,
añorando su vuelo independiente.​

 

Y en cadencia asombrosa
tu porte hasta al ombú le arroja sombra.
Eres, como la pampa, muy hermosa.​

 

Tu rapidez me asombra
eres muy listo como un renacuajo
que siempre se ve correr a destajo​

 

Hay vampiros. Con ajo
ha untado las patas de la cama
y lleva un crucifijo en el refajo.

 

… y noches de locura,
entre ese tufo a gambas al ajillo
plasmaron, extraviando la cordura.​