Tercetos encadenados

Ya no quiero pensar,
prefiero disfrutar de tu recuerdo,
que me ayude el presente a transitar.​

 

Por la difícil senda transitaban
los ángeles caídos en su euforia
la dualidad humana nos legaban

 

Como en la prehistoria,
desde tu gran escalafón político
procedes, sin respeto a la memoria.​

 

Querer y no poder
es sufrir con cadenas irrompibles.
No te deseo el hondo padecer.​

 

Proyectos asequibles,
como hacer de este día un gran regalo.
Que sea mis labores muy queribles.​

 

Rosas y siemprevivas,
margaritas, orquídeas, lavanda,
añadiendo colores las cultivas.

 

Con caña de bambú
llegó afamado, solo, desde lejos
aquel tan renombrado don Mambrú.

 

Le dijeron, "¡Alteza!",
porque un príncipe al tipo lo creyeron.
Era un estafador de gran bajeza.​

 

Se sabe que ellos fueron
los que estafaron el tesoro público
la verdad ocultaron y siguieron

 

Es de dominio público
que hay palabras que tienen pocas rimas
pero si no hay conciencia, lo hago público.​

 

Ascendí a las cimas
de picos escabrosos por tu amor
desmayo de fatiga y me reanimas

 

Te busco en el gentío,
como hormiga buscando ciega un plato.
Y es buscar brotes en un pedrerío.​

 

No hay genios en botellas
con ademanes mágicos así,
como los que usas para hacer paellas.​

 

Si quieres miente, pero ya te vi
salir sonriendo, fresca y rozagante
con los cabellos húmedos de allí

 

El odio forma bultos
que en el alma lastiman. Hinchazón
te forman, cuando recibes insultos.​

 

Tantas acciones necias
pero nunca me voy a arrepentir
de aquella por la cual tú me desprecias.

 

Con tres gotas de cloro
del agua se eliminan las bacterias
en sentir la pureza me demoro

 

Estallan mis arterias
al probar tu finísimo manjar.
¡Maldita hipertensión y sus miserias!​

 

Es tu boca un manjar
que me llena de dulce sensación.
Con su voz, su canción y su besar.
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