Copas de música

Copas entre las risas
sostenidas,
brillando de cristal indiferente.
Champán
sangría vinotinto y alegría
copas

de música
destellantes entre las tristezas
(diferentes) adormecidas
de un sábado cualquiera, por la noche.

Copas de notas musicales reptando,
internamente,
hacia las dunas
del alma.

Copas entre los dátiles;
runrún de cien cerebros
que quieren libar versos,
navegar entre notas musicales,
antes de irse a la cama.

Copas ebrias vaciando un vacío...
inmens






CG. Cisne y notas de guitarra. Julio, 2024.

 

Hola, Isabel. Copas de música, sí, anestesiando el alma.

Gracias por venir. Después de todo, no estamos tan solos.

 

Yo diría que las vuelve poesía. A veces las envuelve de regalo, en papel de música...

Hasta 60 personas (dice arriba) han venido a visitar estas líneas de un loco; usted -que hasta un atinado comentario me dejó- entre ellas. Ese es el verdadero honor. El honrado soy yo, por su visita y sus palabras. Que tenga un domingo vivo, feliz.

 

Bellísimo poema de impresionante final! Es notorio como, a veces, tratamos de disfrazar de alegría la tristeza del alma... Son letras para reflexionar. Saludos!

 

Que no nos falten esos momentos de dar rienda suelta al ánimo y a la poesía.
Y con música mucho mejor.
Después en la cama ya añadiremos la "o" final, si podemos, je, je.
Encantado de pasar por tus letras a la hora del café con aditivos.
Un abrazo, César.

 

Zulma, son solo copas de música dispersándose por entre las agostadas dunas del alma. ¿Qué seríamos sin la música?

Gracias por dejarme sus impresiones, compañera. Dátiles, o almendras... o aunque sea trocitos cuadrados de, y música. Lo demás, hasta que termine el tiempo, no importa nada.

 

Suena bueno lo del café con aditivos, compañero. Por supuesto, que nunca falten esos momentos de oasis. Con dátiles...

Muchas gracias por venir.

 

B

Buen poema, César. Un gusto.
Saludos.

 

Saludos, mi compa y tocayo. Muchas gracias.

 

Siempre he pensado que la tristeza y el vino no se deberían juntar y eso es algo que me hace temer que desgraciadamente pueda llegar a morir abstemio.

 

Yo no bebía el día en que escribí esas líneas. Estaba en una reunión de lectura de poemas. En un café que ese día era mucho más cervecería y bar que café. Y todos bebían y aplaudían medio ebrios/as los poemas que no escuchaban, ni entendían (éramos unos 8 poetas y un público de 70 u 80 personas). Pero muchos/as, detrás de las botellas, los vasos, las copas, mostraban lo que siempre me hace huir de las fiestas: vacío, un durísimo y filoso vacío.

No pude irme feliz a casa esa tarde-noche.

 

Experiencias conmovedoras, tiene un dejo; cada uno sabe donde apretar la uña y salir triste o con otra experiencia bordada con primor. Felicidades y salud. Julius

 

Qué maravillosos son siempre los brindis, compartir momentos jubilosos con familia y amigos, celebrar las cosas buenas que nos puedan haber acontecido, recibir y dar muestras de cariño, ayyyyy qué bonito es todo esto amigo Cesar, pero más bonito es leer estos versos tan maravillosos que has escrito, miles de gracias por compartirlos querido amigo y admirable poeta. Besos para ti llenos de admiración y de cariño.....muáááckssssss

 

¡ pero la poesía sigue viva!

 

Muchas gracias, compañero.

 

Gracias a ti, Lomita de Granada, por la inyección de optimismo que siempre sabes dejar con tu presencia. El mundo necesita muchas, muchas personas como tú.

 

La poesía siempre se las arregla. Hasta en las arenas del más reseco desierto.

 

Hay momentos en que los brindis añaden chispas de alegría. Y como todo la exageración transforma la celebración en otra cosa. La bebida y la música puede ser un festejo muy agradable, pero hay quienes que recurren a ellas para llenar vacíos u olvidar penas.
Un gran poema Cesar, fue un placer leerlo.
Un gran abrazo.

 

Bellas letras

 

Las noches pueden pinchar el corazón del alma, Ly. ¿Acaso tenemos derecho a algo distinto que aire y vacío? Somos apenas granitos infinitesimales de un cosmos que tiene su propio proyecto.

Muchas gracias por chocar copas conmigo...

 

Muchas gracias, compañero. Un saludo cordial hasta su orilla.

 

Es muy cierto lo que dices Cesar, nadie sabe ni esta preparado para lo que le depara el destino. Fue un placer leer tu poema, es de esos que invitan a reflexionar profundamente.
Que pases un lindo fin de semana.

 

Igual para ti, Poeta. Me encanta -por cierto- la cita de Bécquer que tienes en tu presentación. y también ese hermosísimo arce.