El llanto del todopoderoso

Ahí, cobijado sobre las sabanas enrojecidas

cubriendo el rostro de almas fallecidas,

pude verlo llorar y su rostro de ira quizás

mostraban la sal que recorrían sus mejillas.


De rodillas, como queriendo revivir los días

con el ceño fruncido y las manos extendidas,

intenta darles animo al pesar de las familias

y esconde sus lágrimas por tristes avenidas.


Ahí, agazapado entre el gentío casi inerte

llorando incontrolablemente por tanta muerte,

se siente ruin, miserable y un tanto impotente

por ver a sus hijos, cayendo al piso lentamente.


Ahí, al lado de mi Dios voy llorando aquella suerte

que nos trajo maldito virus matando tanta gente,

el sollozo de aquel es tan fuerte, que del cielo celeste

van llegando miles de ángeles, a combatir la peste.


Ya no hay fuerza ni manto para cubrirlos

ni hay la entereza para aun engreírlos,

se fue mi niño, mi padre y mis tíos queridos,

se fue la paz de aquella madre, en los asilos.


Ahí. ¿Lo ven? Ahí se halla el todopoderoso

y es tal su llorar, que ningún alma… haya reposo.

Ángel Fanarraga

BLASON

 

Versos que se duelen de una triste realidad. Muy interesantes. Un saludo.

 

Alde:
Muy agradecido por tu visita

saludos ç

Blasón

 

Muy profundo sentir. Saludos

 

Gracias tocayo por tu huella

Blason

 

Fueron días desesperantes y aun lo siguen siendo porque no se ha ido
paso y dejo mi huella de amistad estimado poeta-amiga besos de colores en la distancia