El deseo es un arte rupestre

Fui siempre por la maillot amarilla
y tu cara de chiquilla
quiso verme otra vez.

Hubo quorum para amanecer contigo
y ni el tiempo fue enemigo,
quedamos solos con la desnudez.

Pisa el acelerador que no tengo sueño,
casi nunca transito como perrito sin dueño
pero esta vez soy tuyo, virgencita cruel.

Eso es, el deseo es un arte rupestre,
qué importa que tu piel me secuestre
si me llevas a verte por el paraíso.

¡Al Cielo en taxi! gritaba un cristiano
y tu saliva puso en mi mano
un néctar más dulce que la miel.

 

Felicitaciones compañero Rob...
por tan original poema. Me gustó. Cordialmente

 

Bellas letras Robsalz. Un abrazo con la pluma del alma

 

Muchas gracias Iván. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Muchas gracias José, abrazos. Un placer recibirte por acá.

 

Muchas gracias Alde. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Buenas letras
Un saludo

 

Entrega total en una conjunción superlativa hecha poesía.
Un verdadero placer detenerse en tu obra poeta.
Un fuerte abrazo.

 

Saludos, Navarro. Un placer recibirte por acá.

 

El placer es mío. Saludos.