La vida.

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Mejor es que a la muerte la olvidemos,
es tan solo ese límite, línea de frontera
a la cual llegaremos aun sin remos
en este navegar de nuestra era.
Mas la vida está aquí, será la compañera
amante que queremos,
que ofrece de este mundo su luz y sus delicias.
No la desperdiciemos,
gocemos su calor, su voz tan bullanguera.
Disfrute cada quien a su manera
y hagámosla lucir y no olvidemos
que es magnífico don, mas el tiempo no espera
apuremos la copa que tenemos.​

 

Sabemos que la muerte llegará.
Este mundo oscuro trabaja para que no pensemos en disfrutar de la vida, pero no hay que darles de comer a los buitres de la desesperanza y la leyenda negra.
Sabemos que ahí afuera está el caos, pero puertas adentro tenemos el amor y ese es el que realmente importa.
Fue un gusto reflexionar con tus letras.
Un fuerte abrazo, Luciana.

 

Maravilla de reflexiones que me dejas, querida Cecilya, poeta. Muchas gracias, Un abrazo.

 

Buenos consejos, tomaré nota. Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Un gusto leerte, más en estos tiempos, un abrazo.

 

Gracias por dejar tu huella. Un abrazo.