El silencio

Las palabras se oscurecen y el aire sigue frío

aún después de que el invierno como pájaro que vuela

hacia el confín del norte ya no esté aquí bordando las paredes

de escarcha, los huesos y la carne ateridos igual que un árbol

en el corazón de la intemperie, lo mismo que la helada sombra

que aún cubre de inclemencia el papel de las habitaciones;

y este silencio que cuelga como un carámbano de mis labios

a los que no basta para abrirse el sol que enciende la mañana.

 

Muy bellas letras Ramón. Un abrazo con la pluma del alma

 

Es un gran poema Ramon, con imágenes que reflejan fielmente un pesar.
Siempre es un gran placer leer tus obras.
Un gran abrazo.

 

Gracias, José. Un abrazo.

 

Gracias, Alde. Un saludo.

 

Gracias, Laly. Un abrazo.