Liras ligadas logran labrar los lúcidos locos

Si hiciéramos las paces,
quizás aburriríamos a diosas
que en matar son capaces.
Mas nos miran curiosas,
tal vez por solitarias y celosas.​

 

Huyamos de golosas
recetas y de postres, chocolates,
comidas perniciosas,
variados disparates
y pensemos: qué sanos los tomates!

 

Lo dijo de mañana,
la hora más luminosa de ese día,
sonaba la campana,
su rostro sonreía.
-Eres como una flor, amada mía.​

 

Lo dije y se reía,
sonoras carcajadas en mi orgullo
que herido se sentía.
Ya solo oí el murmullo,
es la historia de un "no" que así concluyo.

 

Una criatura alada
es como te imagino en estas horas.
Son muy largas, sin nada
que las haga cultoras
de un futuro de paz y aves canoras.​

 

El estrés descomprimo
al notarte encendida cada noche.
Si el deseo reprimo,
viene el autorreproche.
Prefiero que este fuego se derroche.​

 

Cuando llega la noche
te recuerdo y te extraño, corazón.
Y no es ningún reproche,
tú tienes tu razón,
Si te toco la herida, no hay canción.​

 

Sigan, por favor.

 

Cyrano fue galante,
cediéndonos su turno al almorzar.
Un bello sol radiante
nos comienza a asomar
a miles de kilómetros de mar.​

 

Sabía qué rimar
y tenía la lira en el bolsillo,
pero este calamar,
con gambas al ajillo,
pasó la sinalefa a mi colmillo.

 

Te pienso por la noche,
es después de que el día me entretiene.
Construyo tu fantoche
que rápido a mí viene.
Con caricias su abrazo me sostiene.

​

 

Tímida está Selene
esta noche de lobos en silencio.
El cielo no sostiene
el dolor que presencio,
que cae con el mío y lo potencio.​

 

Es un tipo famoso,
conocido en el barrio por sus hechos;
además presuntuoso
visitante de lechos
que se cree con todos los derechos.

 

Un fruta madura
viene a la mente al verte en el café,
o la literatura
clásica que aprecié
de mozo, al verte como te soñé. ​

 

La lengua me corté
y el verso no me sale, estoy vacía.
Será que me acordé
que a ti yo te escribía.
Está muda mi boca, es apatía.​

 

No sé por qué será
que el ánimo me sube y luego baja.
Por qué razón habrá
amor que se relaja
y pierdo, cual jugara a la baraja.

​

 

La flor de la borraja
es hermosa a pesar de sus espinas.
Muy fácilmente encaja
por rara en mis rutinas.
Encuentro en lo inusual las cosas finas.​

 

Con luces opalinas
se alumbra mi deseo por tu verso
lo busco en las esquinas,
en los foros diversos
y arrastro ese tesoro a mi universo.



​

 

Se le soltó una tuerca
del engranaje del honor al mundo.
Esta cosa se acerca
ya segundo a segundo
a un deterioro por demás profundo.​

 

Me canto tu canción,
me la sé de memoria, es tan hermosa,
y me hago la ilusión
que el viento la solloza
y llega hasta tu pago, rumorosa.​