Recuéstate que yo apago las luces

No tiene lunas mi planeta,
orbito siempre alrededor de ti,
bésame, inventa alguna treta
que empiezo a congelarme por aquí.

Suave, bésame muy suavemente,
desliza tus caderas por mi piel,
aprovéchate de mí urgentemente,
obten postgrado en amante cruel.

A sangre fría pasa tu lengua por favor,
incendia cada hectárea en mi recuerdo,
esta hoguera en mí ocupa calor,
despacio, despacio, que ya me acuerdo.

Coquetea mientras me seduces,
despliega tus pecados en mi corazón,
recuéstate que yo apago las luces,
deja que se entretenga la pasión.

Suave, me gusta que me beses suave,
sentir como me exploras sin piedad,
sabes que de mí tienes la llave
y que contigo busco tempestad.

 

¿Suave?
¿Y las cosquillas?
Un abrazo, Robsalz.

 

Hermosas letras para definir una férrea batalla, dónde de antemano te declaras vencido.
Grato pasar a leerte y dejar mi humilde huella.
Saludos cordiales
Un abrazo.
Alfredo

 

Podemos soportar las cosquillas. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

No se me ocurre una mejor forma. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

A veces hay que dejarse vencer. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Un placer siempre detenerse en tus letras y disfrutar del lirismo de tu pluma amigo Roberto.
Siempre un fuerte abrazo desde los poéticos cielos de este halcon.

 

El placer siempre es mío por recibir tu vuelo. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Uy cuanto calor y seducción. Hermoso poema. Un gusto leerte.

 

El adecuado para el amor, Luci. Saludos. Un placer recibirte por acá.