Camino a la felicidad.

Viajando poco a poco una vereda,

se dispersan cantando entre sonrisas,

bellas flores regadas por las brisas,

que dan bello matiz como alameda.

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Me perfuman sonrientes si las toco,

dejándome feliz sin explicarlo,

efecto que sorprende sin buscarlo,

me invita a sonreír y me desboco.

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Es una sensación que va creciendo,

al andar el camino sin pedirlo,

es algo que uno sigue sin medirlo,

y lentamente va uno conociendo.

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Muchas gentes encuentro ya animadas,

son gentes como yo, que van contentos,

el camino nos lleva en bellos vientos

a unir nuestras sonrisas integradas.

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Se siente uno feliz al recorrerlo,

intensa sensación, dar sin fingir,

y más aún se siente el recibir

lo que el camino da sin merecerlo.

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Mi satisfacción de ser donante,

impulsa mi vagar en este estero,

mi corazón feliz es compañero,

de regalar sonrisas como infante.

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Y todos van boyantes sin saberlo

pues llevan su bonanza en su sonrisa,

el dar animación es su premisa

y es fácil al mirarlos… entenderlo.

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Felipe de Jesús Legorreta Levy.

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Muchas gracias Mayca agradezco tu visita y comenterio recibe un gran saludo.