Travesía atormentada

De viaje en el paraíso,
hemos perdido demasiado tiempo en el averno.
Seguimos anhelando cada día el edén,
tanto que el presente es de cenizas y brasas.


¿Puedes sentirlo? He sido quebrantada
¿Puedes escucharme? Estoy rugiendo
He estado dando vueltas en una tierra desconocida,
y no puedo aferrarme a la existencia.


La luna ya no danza conmigo,
los astros no se alinean,
los hechizos no me traen de vuelta.


Mi alma sigue en este inmortal viaje,
no encuentro manera de despertarla.


La tierra con grietas, el agua mancha
y tu silencio solo me arrastra,
porque nunca hubo dioses escuchando,
y la rueda de la fortuna solo me ha traído desgracias.


¿Puedes verlo? Sigo aferrándome
¿Dime cómo podrías despertar mi alma?
He estado dando vueltas en una tierra desconocida,
y no puedo aferrarme a la existencia.


La luna ya no danza conmigo,
los astros no se alinean,
los hechizos no me traen de vuelta.


Mi alma sigue en este inmortal viaje,
y no puedo aferrarme,
¿podrías despertarme?

 

Bienaventurada, compañera poetiza.
Esas reiteraciones como de letanía me han hecho recordar el ritmo inimitable de la poesía del Antiguo Testamento.
Un fraterno saludo desde el otro lado de la cordillera.

Lisandro