Trabajos hilarantes

Ignorar la tinta negra
Que emanan de las cabelleras con nudo
de desaparecido.

Rastrear con el olfato
La idílica gota que busca un compañero de viaje
Cuando las estancias del Sol
tienen todas las puertas abiertas y Dios se refleja en todos los dientes de buena voluntad.

Ignorar a los pobres diablos
vestidos con un áurea de rutina y de mandato imperativo con una cebolla o un champiñón congelado
Pintados en su cara de memorándum de recursos humanos

Rastrear con el olfato todos los ojos que se venden en un puesto de rosas
Tan lindas
Qué Dios es el ambulante de pétalos.

Derogar la saliva contenida en bocas
asalariadas de triste métrica mecánica
Y pensar que su presencia es una
fotocopia en blanco y negro que no sirven
ni de ceniza
para levantar el vuelo en Viernes Santo.

Yo abogó por las cejas despejadas
Desprovistas de forunculos difícil de sortear

Diablos que llegan tarde a descorrer las cortinas rojas
Y son golpeados con el cayado de sombra de luz y barbas de plumas.

Solo saltar a la libertad
Y sentirse más fuerte que un verso de amor...

 

Saludos Alde.