Nana al fin

A la espalda del aire

juegan las niñas

no llenarán sus manos

las margaritas

Ya no visten de flores

tantos jardines

que olvidaron el mayo.


En las calles vacías

ecos y sombras

ya no retan al viento

las leves combas

no persiguen las letras

de las canciones

sus vuelos de paloma.


Ya no saltan alegres

a pata coja

crucigramas de tiza

sobre las losas

ni ruedan las canicas

hacia los hoyos

certeras y precisas


En los hogares rotos

entre cemento

sobrevuela una nana

breve de sueño.

silenciando disparos

mintiendo al hambre

consolando los llantos

 

Muchas gracias Alde. Un saludo

 

Tristeza a tope. La verdad es que no sé si esta nana consuela mucho...
Saludos cordiales.

 

No creo que consuele la verdad, pero claro...hay muchas realidades y muchas veces pocos recursos. Algo que te lleve al sueño te libera de esos escenarios. Hace poco leí las nanas de la cebolla de Miguel Hernández y me provocó un algo dentro que me hizo escribir este sencillo poema. Quizás me equivoqué de foro, en eso te doy la razón porque no es para niños sino para adultos. Un saludo para ti Talía, ¿Era talía verdad?.