Rosas de cristal

Rosas de cristal,
al tacto cortan como dagas,

se funden, entre infiernos vívidos,
entre cielos gélidos, se quiebran,

porque nunca nada es lo que parece,
visiones oscuras, predicen noches colosas,

la condensación de toda tristeza es evidente,
caerán mis lagrimas, junto al mundo y su dolor,

ardor de millones,
cubren los cielos como imperios,

ángeles lúgubres, cantan al son de la finitud,
noche etérea, devora luz y ceniza,

quedarán las sobras del destino,
para un vacío aún hambriento,

devorará el viento todo horizonte,
no demorará el tiempo en inmolarse.

 

Así, entre la fragilidad cortante y la inminencia de la noche colosal, la tristeza se condensa y el destino se desmorona. Mientras los ángeles cantan la finitud y el vacío espera, el viento devora el horizonte y el tiempo se prepara para su inmolación. Solo quedan las sobras de un mundo que se consume, un eco en la oscuridad voraz que todo lo devora.

Excelente poema

Saludos cordiales