La habilidad del tiempo

Tristes juegos de poder,

luces sin alma,
son el amanecer oscuro,
de una nueva amenaza,

finitudes sin principios,
valentía sin valores,

nos desean inconscientes,
y faltos de verdad,

simulan los infiernos, fuego,
donde solo hay ceniza,

simulan los mares, luna,
donde la negrura no es ni firmamento,

oscuridades entendidas para confundir,
divinidades divergentes,
conforman umbrales contradictorios,

donde los cuerpos no nacen,
donde las almas no viven,
donde la consciencia son solo recuerdos,

y la lluvia, necesidad,
y la penumbra, simpleza,
y la negligencia, honestidad,

por vivir en un mundo gris,

por partir de aquí,

por no saber si toda huida cura,

la habilidad del tiempo,
es no conocer sus propios límites.

 

Este poema nos sumerge en una visión lúcida y amarga de un mundo donde el poder ha vaciado de sentido las luces y ha contaminado la verdad. A través de imágenes intensas y contrastes profundos, se expone una realidad donde la confusión es norma y la autenticidad es escasa. El poeta denuncia la pérdida de valores, la falsificación de lo sagrado y la banalización de lo humano, revelando un entorno donde incluso el tiempo parece ignorar sus propios límites. En última instancia, el poema nos invita a cuestionar si toda huida es redención, o si, en este mundo gris, la conciencia solo sobrevive como un eco del pasado

Saludos cordiales