Agathis Alba (árbol de cristal)

El árbol llora
lágrimas luminosas
en plenilunio.​

Desarrolla una resina translúcida de un color marrón claro, que en las noches de luna llena reflejan la luz lunar, dando la sensación de ser árboles de cristal; de allí uno de sus nombres vulgares.

 

Es muy hermoso y muy cierto tu comentario Alde. Muchas gracias por leerme.
Un gran abrazo.

 

Muchas gracias querida amiga por leerme, acá te dejo un poco de su historia. Esta belleza se encuentra hace 150 anos en mi país.


El Agathis alba o Árbol de Cristal que se encuentra emplazado en el Parque Pereyra Iraola, es el único ejemplar que sobrevivió de los 12 que se plantaron allí hace 150 años. Sin otro para reproducirse, será una figura de culto hasta que muera de pié.
Esta especie arbórea oriunda de Malasia que fue introducida en el país por los Pereyra Iraola, se caracteriza por exhudar una resina en forma de “lágrimas”, que en las noches de luna llena reflejan la luz del único satélite natural de la tierra, dando la sensación de ser realmente un árbol de cristal.
La centenaria planta fue declarada Monumento Natural por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires (Ley 11.341) y se encuentra en un área donde se hallan el 36% de las especies superiores vegetales bonaerenses, además de unas 200 especies de aves.
La historia cuenta que a mediados del siglo XIX, Leonardo Higinio Pereyra Iraola en su viaje por Europa, trajo del archipiélago Malayo (Indochina) doce ejemplares denominados comúnmente “Árbol de Cristal”, por lo que su plantación data de la primera fase del vivero allá por 1860. De aquella docena inicial solo dos llegaron a su forma adulta y únicamente éste logró sobrevivir hasta nuestros dias. Su inevitable destino es la soledad, ya que para poder reproducirse necesita otro ejemplar.

Un gran abrazo y que tengas un bello día.

 

Que belleza debe ser contemplarlo, me gustó mucho, la soledad de este árbol en el parque Pereyra, el llanto de cristal , todo cobra otra dimensión.
Un abrazo Laly.

 

Bellísimo poema y bellísima historia, Laly! Gracias por compartirla! Una vez fui al Parque Pereyra Iraola siendo niña, en un paseo por Buenos Aires. ( Soy cordobesa). Desconocía totalmente la existencia de tan bonito árbol y todo lo que cuentas acerca de sus orígenes y el por qué de su soledad... Me encantó tu intervención! Una curiosidad más de nuestra bella Argentina... Abrazos.