No existe la buena muerte

Si pudiera vencer al ostracismo,

y esa vejez que tanto me entristece

no fuera la antesala de un abismo

donde mi juicio nubla y desvanece,

libraría mi pena, y el mutismo

de soledad, que en mi palabra crece,

no acabaría siendo mi universo

ni empaparía en lágrimas el verso.


Si regresara la ilusión perdida

de aquellos años en que fuimos Dios,

revertiría ese morir en vida.

Tan solo pude darte un parco adiós.

También la buena muerte causa herida,

buscando un alma se llevó las dos.

Te seguiré escribiendo, vida mía,

no alcanzo a despedirme todavía.