El umbral del silencio

Obra Poética Simbólica: El Umbral del Silencio

Personajes simbólicos:

Conciencia

Silencio

Sueño

Memoria

Atención

Coro de los Latidos (voz colectiva)



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ACTO I: El Umbral

(El escenario es gris, brumoso. No se distingue suelo ni techo. Una figura blanca, etérea, la CONCIENCIA, se yergue en el centro. Luz tenue.)

CONCIENCIA
Del fondo gris que ignora luz y forma,
surge un susurro suave, sin medida.
No es sueño, no es razón, mas da acogida
a quien su yo en la sombra se transforma.

Es vasto y tibio umbral, sin línea o norma,
donde el reloj se calla y da su vida
al ritmo sordo de una calma herida
que late en mí cuando la mente dorma.

(Entra el SILENCIO, casi flotando. Es una figura oscura, sin rostro, envuelta en niebla.)

SILENCIO
Soy quien no pide nombre ni presencia,
la puerta sin aldaba ni sonido.
Me cruzas sin saberlo, alma suspensa.

Soy paz sin fin, el verbo no nacido,
la nada fértil que sostiene esencia,
el claro oculto que jamás se ha ido.


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ACTO II: El Velo del Sueño

(Oscuridad más densa. Entra SUEÑO, vestido con telas azules y doradas. Se mueve en ondas, como bajo el agua. La CONCIENCIA le observa.)

SUEÑO
Yo soy quien pinta mundos con los ojos
cerrados, pero abiertos hacia adentro.
Del alma soy el pórtico y el centro
que duerme en luz y alumbra sus despojos.

Mis mares dan al viento sus antojos,
susurran lo no dicho y lo concentro
en gestos que no tienen cuerpo o centro,
mas quedan como huellas o cerrojos.

CONCIENCIA
Te he transitado, oh Sueño, tantas veces
que ignoro si despierto o me figuro
la vida en sueños, o el soñar despierto.

SUEÑO
Tú eres el puente, yo el lugar más puro
donde el dolor se muda a otro desierto,
y el alma habla sin lengua ni futuro.

(Entra el CORO DE LOS LATIDOS)

CORO
En la frontera entre la carne y bruma,
todo se calla, todo se consume.
Pero el latido eterno se resume
en cada pausa que la vida suma.


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ACTO III: La Voz que Permanece

(LUZ sobre una figura en oro y bronce: MEMORIA. Se desplaza lentamente, como arrastrando hojas.)

MEMORIA
Yo soy el eco que en la niebla canta
de lo que fue, sin tiempo ni distancia.
No soy verdad, mas muestro mi fragancia
como un espejo al alma que se espanta.

(Desde el fondo aparece ATENCIÓN. Su figura está hecha de reflejos de luz, con rostro cambiante.)

ATENCIÓN
Y yo, del mismo fuego que se encanta
con lo fugaz, detengo la fragancia
de lo que pasa y vive en su prestancia,
pues soy la antorcha viva y nunca tanta.

CONCIENCIA
¡Qué equilibrio secreto me sostiene
si en medio de la nada me descubro
viviendo sin saber lo que conviene!

Mas cada vez que en mí misma me cubro
con vuestro manto, algo en mí se entretiene:
soy sin ser,