¡Más maderaaa!

Que me entiendan no consigo,

no siguen ningún criterio,

sin espada es poco serio.

Los golpes que yo prodigo

son de esgrima, ya te digo,

el martillo de un herrero

no es arma de caballero,

al público causa espanto,

ya no se guerrea tanto,

mejor me meto a bombero​

 

Mejor me meto a bombero,
pero después del verano,
pues no me parece sano
con un calor tan severo
arrimarme a un quemadero.
Se chamuscan mis ideas
pensando en esas tareas,
y prefiero ir a la playa
a estirarme en la toalla
y dejarme de odiseas.​

 

¿Y dejarme de odiseas?,

pues sí que tienes buen juicio,

hubiera sido un suplicio,

haremos lo que tú veas.

Por más valiente que seas,

el fuego impone bastante,

mejor de veraneante

tal como tu bien propones,

bien lejos de los fogones

a comer en restaurante.
​

 

A comer en restaurante
pensaba ir con una amiga,
y esa salida me obliga
a ponerme algo elegante,
que me quede como un guante.
Un outfit que favorece
y hasta me rejuvenece;
es de color blanco roto,
después te mando una foto
que la ocasión lo merece.​

 

Que la ocasión lo merece

no cabe la menor duda,

ante una elegante muda

el comedor enmudece.

Algún pipiolo se crece

creyéndose Valentino,

hace milagros el vino,

si sonríe hago la sorda

dicen que la risa engorda

y tengo un tipo divino.​

 

Y tengo un tipo divino
esbelto, de muy buen porte,
que alguno ha perdido el norte
por mi encanto femenino.
No puedo comer tocino,
ni paella, ni un helado,
pues he de tener cuidado
al sumar las calorías,
y más si estas son vacías
que no van a ningún lado.
​