El día sin nombre (2)

Hechiceras manitas sublevadas,
plasman huellas de algodón,
niegan disolver llamas amorosas
o absorber arcilla entre ellas:
la certeza de la madrugada
deleitan lauros honrosos, pero
tu llanto indómito abruma,
son en tus mejillas diamantes
desmoronados.
Mi corazón no los olvida y tu
corazón predomina.
Con la mirada desafío el solsticio,
el ramalazo del amor fructuoso
del perfume de la floresta,
esconde el colibrí vertiginoso
y sutil como un mínimo rayo
indaga el trivial origen...

 

Un secreto hilando el surco a su mirada...
Un gusto leerte querido amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

El saber que estás, repone mi intensidad: puedo arder con la fuerza y la perfección y ordenarme.
Es una gran alegría escuchar tus palabras, hacerlas sonidos. Que el sol de la primavera y las flores
ardan en idéntica forma. Y una sombrilla blanca te proteja si por ahí hace calor. Afectuoso saludo.