Sal(a) de la poesía

Mirándome por dentro, se olvidan los detalles,
matices que me inducen a perseguir fantasmas,
a cambios de actitud y perspectiva,
el ser nunca será lo que dice que es.

Antepongo teorías a compartir vivencias,
me obsesiona cualquier exposición
-Emocional o literaria.-,
nunca supe si tengo sentimientos,
en qué bestia me convirtió cada recuerdo,
cada acto,
son formas de decir que no me reconozco.

Oscilo, y me mantengo vivo,
pero me estoy acostumbrando a hacerlo fácil.

Al margen de la gente, solo soy uno menos,
resto con mi disposición,
y sin embargo sigo pidiendo cosas a la vida,
amor, deseo, paz.

Soy uno menos.
Con síntomas, excusas, peroratas,
con instinto vital, sin dejar de buscar el lado opuesto,
la verdad
-Filosofía que me hace zozobrar.-.

He llegado a pensar de veinte mil maneras
diferentes,
usé mi inteligencia, -Y solo tengo una-,
en pudrir y anular los efectos del hombre y del placer.

Y he sacrificado mi poesía,
pura desconfianza,
he creado universos sin respuestas,
solo eran madrigueras, escondrijos,
otra capa.

Cómo salir de un ciclo introspectivo.
Da igual lo que he pensado.
Yo jamás demostré la realidad,
por mucho que me ensañe, el engaño tan solo
se deshace saliendo de su voz y su llamada.

"Puede que mi cerebro me la jugase en parte,
pero después de esto me cuestiono todas las preguntas,
sabiendo que no tienen importancia.
Que la verdad es menos, menos que la existencia.
Porque quise alcanzarla, y realmente la doy por imposible.
Lo más cierto de mí es que quise sentirme superior,
pero eso no es un sentimiento, porque nunca sucede."

"Tomarme la justicia por mi mano,
por todo el abandono que sufrí,
nunca pedí presencias,
pero ahora me toca mover ficha."​