Tercetos encadenados

Mis versos son testigos
del placer que me causan tus poemas
Tus silencios son crueles cual castigos

que incentivan mis temas
y es que mi alma transita espacio oscuro
sin el dulce sabor de tus zalemas.

​

 

Es la flor en el muro
el dulzor de una grieta que me dice:
hay vida y chance hasta en lo más oscuro.

​

 

Me cierra la métrica:

hay/ vi/da y/ chan/ce has/ta en/ lo/ más/ os/cu/ro./ = 11 sílabas

Tal vez te refieras a la quinta sílaba. Al recitarlo, me resultan ganadoras la cuarta y la octava. Definitivamente la cuarta sobre la quinta. Pero coincido que es debatible, y puedo estar equivocado. Lo dejo en manos de expertos.

¡Y esto quién lo diría!,
haberme enamorado ya mayor.
Sé que va a demandarnos valentía.​

 

Lo pongo en el taller
de temas que tendré que investigar.
Pensé que me servía el bachiller.​

 

No soy ningún experto pero me suena bien golpear así en la cuarta y octava sílaba.
Cyrano

 

No le temo al alud
de preguntas..., no estoy anonadada,
en cambio me sorprende tu inquietud.

 

Nunca hice un rito de la exactitud,
mas opto por seguir con la cadena,
sin decir que esto sea una virtud.​

 

Pues hoy estoy en vena
y quisiera jugar por un ratito.
Después me cuentas si valió la pena...

 

Con ánimo contrito
sabiendo que este mundo es porquería
yo lo único que quiero es dar un grito.​

 

Me marcho sin tardanza
a alguna dimensión donde no existas,
aunque hasta el Hades tenga tu semblanza.​

 

Tengo desde el inicio buenas pistas,
si no alcanzo el primero la salida
no merezco vencer a los turistas.

 

Una linda salida
con miles de turistas disfruté.
Me gusta su desorden sin medida.
​

 

Desconozco por qué un café espumoso,
de un tropical vapor que me seduce,
me transporta al lugar maravilloso.​

 

Es tu voz que seduce
muy cerca de mi oído, convincente,
que al alma escalofríos le produce.​