El Sofoco

“Sofocantes días, eternas noches llenas de pensamientos y profundos deseos,
Se unen y llenan mi vida de varios dilemas, alegrías, tristezas, pensamientos;
No distingo día de noche, no veo claramente quien es mi guía y quien mi verdugo.
Tengo sueños de felicidad que legran mi alma, pero hay pesadillas que la matan.

En mi cabeza se reboza de ideas, señales, ideales y distintos pensamientos,
Hay muchos en donde tú eres su principal artista, como en una obra teatral: te miro
Y puedo sentir desde enormes deseos y amor, hasta odios eternos.
Pero, en todo instante solo te veo y nadie más lo sabe, excepto mi conciencia y mi Creador.

Todo este calor me retrocede, cuando aun podía sentir tu cariño, tu inmenso amor;
Mi cuerpo lo siente y muchas veces se alegra por estos banales recuerdos de mi mente.
Más, mi corazón se descose de sus heridas que aun no sanan, y vuelve a sangrar.
En el horizonte veo negros nubarrones, con la esperanza de una aliviadora lluvia pero,
Esta no llega y aun sigo aquí, inmerso en el sofocante calor de mi vida y mis recuerdos.

Se oyen a los pájaros en su diario cantar, a la multitud caminar y al astro sol sonreír sobre todos nosotros.
Nadie o nada se queja, todos hemos aprendido a aceptar la realidad de este calor,
Todos tenemos algo que nos descose pero por temor o cobardía, no lo revelamos:
Sabemos que esta allí, que lo hemos vivido y sentido, más no queremos hablar de ello.

En pocos instantes, una fresca brisa llega y reconforta mi cuerpo, y en parte, a mi alma.
Tal vez, pareciendo un profeta, esto sea una señal de que mejores tiempos vendrán,
Que pronto ya no tendremos más calor y empezaremos a sentir la cura de una gran cortina plateada, que nos refresque en cuerpo y alma.

Hay quienes deseamos esta llegada, saber que algo o alguien nos aguarda y que, al fin, llegara nuestro momento de paz y tranquilidad.
Mas, hay quienes ya no tenemos fuerzas o esperanza de que ese día llegue y nos hemos rendido a la soledad.
Ella ahora, con su frialdad, nos refresca pero no es la sensación que añoramos, nos sentimos como si estuviésemos en una tumba: oscuro, solo, frió, apartado de los demás.

Pero aun no pierdo la esperanza, parte de ella vive escondida en lo más profundo de mí ser, esperando pacientemente a que llegue ese día.
Mientras, solo queda seguir viviendo este calor que te puede hacer sentir cómodo, con varios deseos y pensamientos, y en otras ocasiones, solo deseas que acabe.”

 

A veces sin ke lo notemos nuestro guía es nuestro veredugo y nuestro verdugo nuestro verdadero guía... pero si ya hemos comenzado a caminar eso no llega a importar tanto pk de igual manera sabemos ke nos caeremos, pero para poder levantarse solo hay ke besar el suelo!...
Buenas letras,
Mi bienvenida tico, no sabía ke andabas por akí
Mil besos