¡cuán Lejos Tus Besos!

Estoy lejos de los besos
degenerados por tu boca,
a mil kilómetros o más
de oír lo que ahora piensas.

En el móvil, un mensaje
da saltos de luz inquieta,
grillo mecánico, desde
la otra orilla del desierto.

Tus palabras son señuelos,
cazadoras de añoranza,
otro anillo constrictor,
arquitecto de suspiros.

Estoy lejos de los besos
que siempre regalan tus labios,
como cosecha, como celo,
como brecha siempre abierta.

Y desde allí,
(nada más que un dedo)
señalas hasta aquí,
(nada más que un cuerpo)
lanzando una flama transparente
enlutando a la soledad.

Fustigo mis manos
con el vacío, y empaqueto
cuidadosamente los pétalos
que duermen en la tierra.
El atillo pesa por el dolor,
tanto o más que una ausencia,
tanto o más que un silencio,
tanto o más que este frío,
siempre de vuelta a mis huesos.
Mientras estoy lejos de los besos
incendiados por tu lengua.

Busco tu boca llena
en una noche oscura.
Tus labios en la luna.
Tus besos en la remota inocencia.
Y tu voz, como una cuna,
para redimirse a tus pechos,
y hacerme con la distancia
que se empeña en desprendernos.

-Pásame la sal, no me oíste, ¡pásame la sal!

Que lejos andan los besos.

-Mañana firmamos, y listo,
cada cual por su tormenta.

exiliados de tu boca.

Desgajados los hijos
y su olor a hierba vieja:
Para mí el bosque quemado,
para ti el invierno.

Que lejos marcharon los besos,
ahora son libélulas.
Y su vuelo tartamudo
viola al aire sin quererlo.
Errantes en mi deseo,
tan ausentes de tu boca,
y tan lejos... y tan lejos...
y tan lejos... de la mía.
con otros labios, otro idioma,
otros sueños, otro infierno,
a destiempo en el destino.

 

Buenas tardes!, Viento_azul. He quedado reflexiba, leyendo y releyendo tus versos y sin embargo me cuesta hilar tu desconcierto, es la primera vez que me pasa...
A mi parecer, y sin ánimos de que suene a ofensa y con mi limpio atrevimiento, quizá de tu poema se pueda obtener dos, uno que enmarca la soledad de aquellos besos distantes y el otro que enmarca la añoranza acometida en los mismo.

Un abrazo sincero.

 

Gracias, Rocío, por tu sinceridad,
pretendí reflejar un fotograma
de un divorcio, pero no siempre
soy capaz de expresarme con claridad.
Son las dos cosas, besos distantes y añorados.
Y muchas gracias por tu tiempo.

Un beso, cercano y agradecido.