Me fui a dormir siendo un poeta, y me levanté siendo un fraude

A quien no le guste los cuentos de hadas
(para ser un borracho profesional)

A mi se me olvidó besar. Sí.
Aún recuerdo el recuerdo que recordaba esta mañana.
Un te quiero.
Bah, se me acaban las palabras, como tiza
como mis manos de tanto escribir
como la cabeza de tanto pensarte.
A mí se me olvidó lo que aprendí con vos.
Digo olvidar porque no quiero recordar,
no si es un recuerdo recordándomelo.

Los finales felices, ¡oh! que canciones.
Aquí los buenos mueren sin saber. Sin haber nacido, siquiera.
Culos de botellas rotas, como corazones amargos.
Las hadas no me dejan caer en el rumor.

A mí se me olvidó cantar. Sí.
Aún fragmento el fragmento que fragmentaba ayer en la tarde.
Un te amo.
Bah, se me acaban las ideas, como nubes
como gotas de lluvia de noche de alergia
como un regurgito de penas pasas.
A mí se me olvidó lo que te prometí a vos.
Digo olvidar porque no quiero recordar,
no si soy el único recordándolo.

Los finales felices, ¡oh! que malas canciones.
Esas de cuentos de hadas sin pena ni gloria.
Llegar al fondo de la botella trasparentosa, como mi agonía.
Esos cuentos de hadas en los cuales no estoy.

 

Buen trabajo. Un gusto leerte.

Max

 

Es interesante cómo jugás con la tristeza y las imágenes de la mente colectiva: los cuentos de hadas, los finales felices, ciertas canciones, donde este sentimiento parece tener un lugar estereotipado...
Lo tuyo es más bien la búsqueda de la originalidad.

un beso!

 

Veo al final poeta que te das por vencido hasta el extremo de ser el malo.
recuerda que no siempre es el camino mas fácil.
me ha gustado mucho.

un saludo poeta.