POETITIS

[center:cfbe4c8250] Tengo una grave inflamación
en el poeta que hay en mí.
Sufro sudoraciones continuas de tinta
por el extremo nervioso de mi pluma.
Unos picores rabiosos en mis manos
que sólo remiten al esgrimir sentimientos
aplastándolos sobre una hoja.

Y al hacerlo erupcionan
unos ardores ácidos en mi alma,
mientras me laten las sienes
y se resecan dolorosamente
los sinónimos omitidos o aplazados.

Me estallan las palabras en la boca,
el estómago se pega con las entrañas,
el corazón oprime a los pulmones
y el cansancio invade mi actividad
conduciéndome a letargos astrales
y a viajes sin sentido aparente.

En ocasiones veo más de la cuenta,
seguido de cegueras crónicas
dirigidas a trazos de la realidad.

El blanco del papel me produce vértigo.
Los poemas de algunos compañeros
me crean adicción y alucinaciones.

Nada me calma esos desasosiegos
exceptuando contemplar la televisión.
Pero sus contraindicaciones son tantas
y sus efectos secundarios tan dañinos …[/center:cfbe4c8250]

 

Deja la tele, y sigue escribiendo. Me da a mi, que es mejor terapia.

La televisión está al alcance de todos... estos poemas sólo de unos pocos.

Felicidades.

 

"Los poemas de algunos compañeros
me crean adicción y alucinaciones."

Ya somos dos.

Saludos.

Salvador Pliego

 

Gracias Yolanda,
descuidé tu respuesta, por despiste.
Mis disculpas y mi sincero agradecimiento por tu opinión.
Ala, ahora mismo la apago.

 

Bendita enfermedad, ¿Verdad?

 

Hay tanto por leer que tú te me habías escapado... estuve enredando por los desvanes y éste me encantó... ya seguiré buscando... Un beso.

 

Gracias por rescatarme,
vuelvo tras una larga ausencia
y es un placer tenerte en mis letras.

 

La mágia de tu poema es la mágia de esta bella enfermedad que denominaste POETITIS y no la sufro, sino que la disfruto plenamente al igual que tú....

Un saludo,
Big Bear

 

Gracias por tu presencia en estos lares,
un abrazo grande y plantígrado.