Descuidé las llaves

En un descuido entre los hechos mas mundanos
considerados mi sustento y mi existencia
asignándoles prioridades muy urgentes
perdí el llavero que creí que atesoraba
(y ahora sé que guardaba a la ligera)
con las que eran de tu amor todas las llaves.
No me di cuenta al instante y no sé dónde
se me cayó, extravié, dejé olvidado...
intento recordar todos los hechos
los pasos que he omitido y los que he dado
transitando en mi memoria más cercana
pero no puedo dar con esas llaves...
Invadido por la frustración y por enojo
hacia mí, descuidado imperdonable,
ahora desando lo que eran prioridades
y hallo que nada tiene ya la trascendencia
que le había asignado en su momento
cuando despreocupado de tu latiente corazón
creía aún poseer todas las llaves
que antes tuve y que, fatal e inexorablemente,
no sé cuando, no sé como, no sé donde,
definitivamente he perdido, he extraviado...

 

Bien lo dices hoy en este poema (reflexivo) apreciado Ricardo; las llaves extraviadas por creerlas imperdibles... y el descuido, llega... -la angustia-, aflora, no es fácil rescatarlas... y finalmente cuando se piensa haberlas hallado, las chapas han cambiado sus claves. Un gran abrazo (yo, tengo mil llaves esparcidas en el universo)...!

 

Gracias Anny por el comentario.. Efectivamente, damos por seguro que conservamos cosas de importancia, naturalmente nos dedicamos a lo que consideramos más urgente...
Beso grande
Ricardo

 

Genia Anita! No solamente lo del cerrajero no es un chiste boludo: me parece ingenioso y además un lindo tema para desarrollar en poesía.
Gracias por darte una vuelta: te extrañaba amiguita.
Beso grande.
PD. Victoria conserva tu poesía en la mesa de luz, junto con la que le dedicó Tuti.

 

prioridades muy urgentes...
espejismos embriagadores
que nos distraen de
la verdadera búsqueda.

(besos)

 

A veces encaramos una futil búsqueda y en el camino encontramos pérdidas...
Beso Paula y gracias por darte una vuelta
Ricardo

 

Tantas veces al sentirnos seguros descuidamos....

Donde quedó el amor


Donde quedó el amor que nos tuvimos;
Talvez de tanto andar quedó extenuado,
Quizá quedó atrapado y sin salida
En el laberinto de la monotonía,
Puede que esté dormido en la confianza
De saber, que seguro, te tenía,
Olvidando que igual que a una hiedra
Debía de cuidarte día a día.


Donde quedó el amor que nos tuvimos;
Quizá salió corriendo al verse en ruinas
Y no sienta por nosotros esperanza,
Talvez muere de a poco y en su pena
Se empeñó en desdibujar nuestro destino.
Puede que se haya desojado en pétalos
Como una rosa,
O se haya consumido junto al vino.

Lau​

 

¡Mierda, qué comentario!!! No solamente está buenísimo lo que escribiste, buenísimo por sí sólo, sino que está tan en sintonía con mi poemita...
Entendiste todo, todo lo que quise poner. Y le diste una hermosa forma.
Una alegría inmensa que hayas vuelto Lau, y en esta magistral forma.
Beso grande querida amiga.
Ricardo

 

eSTE POEMA LO ESCRIBI PENSANDO EN MIS PADRES. Tiene ya un tiempo pero me pareció muy acertado como complemento de tu poema. Un beso


Lau

 

Acertadísimo Lau. Como te dije: me interprtetaste con gran claridad.
Besos compa
Ricardo