Mi mirada chocó con unos ojos verdes.

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Hubo un problema
Se rompió mi gato
Se me averiaron los ojos
Se ponchó mi perro.

Se canceló la ley de gravedad.
Y salí volando.

Me mordió el reloj,
Atropellé a la sombra de la abuela.
Tres patos negros
Hicieron su nido en mi pecho
Uno murió
Y lo fui a enterrar.

A mitad del camino
Recordé un futuro
Que no me sabía
Y me hizo llorar.

Cuarto para la una
Devino en cuatro para dos,
Hasta que me escurrí por la ventana
De un descuido.

Se me cayeron las vocales
Del poema que te traía
Las busqué por toda mi memora.
Y las encontré
En una esquina de la impuntualidad.

No me mires así
Que se me ha hecho tarde.

Pero ya estoy aquí
Con un ramo de excusas frescas
Tras la sonrisa
Amor mío.
+

 

Que ramillete de excusas remotas... la única respuesta es una sonrisa... me gustaron tus excusas y tu tema.

 

gracias Francyleth, me alegra que te haya gustado
un saludo,
nos leemos.

 

Inusual (genial) manera de tratar un tema ultrasuperrecurrente.

Un abrazo fuerte y cálido.

 

Que buen poema, encantada de leerte..
te dejo estrellas y abrazitos!